La isla de de 44 kilómetros cuadrados, es la más grande de las antiguas Antillas Neerlandesas.
Los hermosos atardeceres en Willemstad pintan suavemente las fachadas de las paredes icónicas de la isla.
Imponentes cruceros embarcan en el
puerto de Willemstad, donde cientos de turistas se preparan para vivir
la experiencia de su vida.
Curazao tiene un sinnúmero de caminos
de ensueño en el que los visitantes pueden apreciar las bellezas
naturales de la isla y sus 38 playas.
Sorprendentes edificaciones históricas nos llevan a revivir tiempos de otra época. Foto Filiberto Pinzón.
En los muelles conviven armónicamente las atracciones turísticas y el trabajo diario de los pescadores.
Por donde se vea, Curazao es una isla
que asombra por su arquitectura y tradición europea Willemstad se erige
ante la mar, orgullosa de ser Patrimonio Cultural de la Humanidad por la
Unesco.
La hermosa ciudad costera Willemstad, ofrece interminables caminos relajantes para todos los viajeros.
Un hermoso pez león, baila elegantemente, mientras expone su belleza a los viajeros.
A lo largo y ancho de la isla, es común encontrar fabulosos árboles que adornan mágicamente las calles.
Los colores de Curazao transmiten la alegría y el sabor de su gente.
Bajo la sombra de una palmera, podemos contemplar los placeres de la costa curazoleña.
Un tierno atardecer incendia los cielos antes de caer la noche en Curazao.
La naturaleza sabe dónde mostrar sus colores, siendo el amarillo y el azul los colores de la bandera de Curazao.
Una hermosa iguana toma el sol cerca del mar, mientras se prepara para buscar alimento.
El Tiempo
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