
Sentirse como pez en el agua, mientras tiene
la oportunidad de descubrir e interactuar con el mundo marino, es la
vivencia que ofrece el parque acuático Discovery Cove, en Orlando
(Florida).
Este parque, que acaba de cumplir 15 años, se
ha posicionado como una alternativa de entretenimiento y educación, que
ofrece un acercamiento a la vida en los enigmáticos océanos del mundo.
Con mucho rigor, experiencia y conocimiento,
este lugar ubicado en la zona de Sea World acerca la magia y misterio de
los mares a niños y adultos. A través de una experiencia de un día, sus
visitantes se sienten como un habitante más del mar, mientras aprenden
cómo funciona ese gran ecosistema.

Allí se hacen realidad sueños como nadar con
delfines, con tiburones, con erizos y con otras especies, mientras se
entiende por qué es importante cuidarlos, respetarlos y abanderarse de
su preservación. De hecho, según reportes del parque, más del 90 por
ciento de los visitantes desarrolla un compromiso más grande con el
cuidado de los animales después de su visita.
En Discovery Cove también tienen cabida otros
interesantes ecosistemas; de hecho, este parque ha sido testigo de
nacimientos de aves exóticas y delfines, y fue pionero en la primera
cesárea a un tiburón. Y no se podía quedar atrás en iniciativas de
conservación, por lo que hace parte de Rising Tide, que ayuda a proteger
los arrecifes del mundo.
No en vano ha sido nombrado el ‘Parque de diversiones número uno del mundo’ en los premios Traveler’s Choice de TripAdvisor, en el 2013 y el 2014.
No en vano ha sido nombrado el ‘Parque de diversiones número uno del mundo’ en los premios Traveler’s Choice de TripAdvisor, en el 2013 y el 2014.

¿Pando o profundo?
Exclusividad, diversión y descanso son las
palabras que mejor definen a este curioso parque. Su plan estrella está
diseñado para que los visitantes tengan una experiencia inolvidable
durante 45 minutos, en los que es posible sumergirse en un gran lago en
donde habitan 41 delfines.
Allí, en aguas poco profundas y tranquilas, en
compañía de biólogos marinos se aprende de las costumbres y los
comportamientos de estos mamíferos, y con la asesoría de estos expertos
es posible acariciarlos, besarlos, nadar con ellos o tomarlos de sus
aletas dorsales para dar un paseo, mientras toman las fotografías de
rigor.
Sin duda, el espacio más apetecido es The
Grand Reef (el Gran Arrecife), con sus más de diez mil peces tropicales y
docenas de rayas y tiburones, y arrecifes representativos de diversos
mares del mundo. Es un lugar donde se puede hacer exploración en aguas
poco profundas, rodeadas de playas de arena blanca, o se puede aventurar
a nadar en la profundidad, practicar esnórquel o bucear entre todos
estos animales.
Otro plan imperdible es el descenso al fondo
de The Grand Reef, con un casco de buceo, para caminar por un sendero a
través del cual se ven peces, estrellas de mar, langostas, caracoles y
tiburones; estos últimos, separados por grandes ventanas panorámicas.
No se necesita certificación de buceo, solo el
deseo de explorar las profundidades y de encontrarse con animales
únicos, bancos de peces, rayas aterciopeladas y hasta con el buscado pez
león. La aventura termina alimentando a los peces que se acercan en
cardumen a recibir su porción.

Y en tierra…
Para los que quieran un plan menos intrépido
existe un oasis de agua dulce para nadar y pasear, mientras se ven
nutrias asiáticas y monos titís. Se llama Freshwater Oasis e invita a
estar en contacto con la vida silvestre en un ambiente tropical
relajado. Recrea con detalle la selva tropical entre cristalinos
manantiales.
Quienes deseen mantener los pies sobre la
tierra pueden, en esta isla privada hermana de SeaWorld Orlando,
observar gran variedad de aves y mamíferos como monos y nutrias, en un
aviario de vuelo libre donde cientos de aves rodean al visitante y se
puede alimentar con trozos de frutas a los amigos emplumados que se
acercan sin miedo a recibir alimento.
Todo el parque se puede recorrer a pie o
dejándose arrastrar por la suave corriente del río artificial Wind–Away
que lo rodea,mientras se atraviesan playas de arena suave, cascadas, una
cueva subterránea y una densa selva.
Y nada mejor que terminar la jornada en la
bahía Serenidad. Esta es una inmensa piscina de agua cálida y relajante
que invita a tomar el sol mientras flota bajo el cielo de Orlando.

Si usted va
La entrada incluye desayuno, almuerzo, ‘snacks’, bebidas, toallas, ‘lockers’ e implementos para esnórquel.
Es clave reservar con anticipación, pues solo hay espacio para 1.000 personas por día.
Tarifas: niños de 0 a 2 años entran gratis.
Plan básico: US$ 150, no incluye nado con delfines ni SeaVenture (menores de 6 años no pueden hacer estas dos actividades).
Plan con nado con delfines y SeaVenture: US$
300 en temporada baja (con este mismo tiquete puede entrar a Aquatica y a
SeaWorld, y visitar estos dos parques por 14 días consecutivos las
veces que desee).
Puede reservar una cabaña privada, acondicionada para pasar un día placentero. Un guía estará pendiente de todos los detalles.
Viajar

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