La capital de Austria es una de las ciudades más antiguas de Europa y
una de las más agradables de visitar gracias a su increíble patrimonio
histórico.
Palacio Belvedere
Da igual el momento en el que decidas visitarlo, el Palacio Belvedere
es igual de bonito todo el año y los alrededores, tanto nevados como
florecidos, le aportan todavía más encanto. Es de estilo barroco del
siglo XVIII y actualmente alberga varios museos y galerías de arte
austríaco.
Ópera de Viena
La música es una de las artes más representativas de Austria, por lo que no es de extrañar que el edificio de la ópera
sea uno de los más emblemáticos de la capital. Sus puertas se abrieron
en 1869 con una obra de Mozart y desde entonces, y salvo por los
destrozos causados durante la II Guerra Mundial, ha seguido en
funcionamiento.
Hundertwasserhaus
Este conjunto residencial de nombre impronunciable (Hundertwasserhaus)
fue construido durante los años 80. "Es obra del arquitecto F.
Hundertwasser y nos transporta a un universo estético diametralmente
opuesto, olvidando absolutamente el tiralíneas", cuenta el autor de esta
fotografía.
Prater
Este parque público es una de las joyas de Viena. Prater
pasó de ser un coto de caza a un parque público en 1766 gracias a José
II. Aquí, en 1987, se celebró la Exposición Universal de Viena y fue
entonces cuando se aprovechó para construir la famosa noria que sigue
funcionando hoy como mirador de la ciudad.
Palacio de Hofburg y Burggarten
Este palacio y su parque, el Burggarten,
son dos joyas de la ciudad de Viena imprescindibles para poder decir
que has conocido la ciudad. Hofburg, la residencia de invierno, es el
más grande de la ciudad —con 240.000 metros cuadrados y 2.600
habitaciones—y uno en los que residió la emperatriz Sissi.
Catedral de San Esteban
La catedral de San Esteban
es el edificio religioso más importante de la ciudad. Su construcción
data de entre 1137 y 1147 y es de estilo románico y gótico debido a que
ha sufrido varias reformas y mejoras.
Palacio de Schonbrunn
Si algo no le falta a Viena son palacios. Éste, el de Schonbrunn,
era la antigua residencia de verano de los emperadores de Austria. De
hecho, por aquí pasearon los famosos Francisco José y Sissi. Por eso,
por su belleza, su conservación y sus increíbles jardines fue incluido
en la lista de Patrimonio de la Humanidad en 1996.
Huffington Post
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