.

lunes, 10 de junio de 2019

Los excéntricos lujos parisinos para mascotas

Francia ha extendido su reputación de lujo y sofisticación también a los animales domésticos.

Perros



“En Francia no se es actor si no se ha sido fotografiado por los estudios de Harcourt”, escribió el semiólogo y filósofo Roland Barthes en su libro Mitologías. Su afirmación no resulta exagerada, pues Studio Harcourt cuenta en sus archivos con icónicas imágenes de grandes personalidades como Jean Cocteau y Edith Piaf, entre otras celebridades.
Pero no solo los humanos pueden posar frente a la lente de verdaderos profesionales; también algunos animales, cuyos dueños desean inmortalizarlos en un retrato con el sello característico de Harcourt: una iluminación que da la sensación de que el personaje de la foto es una escultura.

Se trata de retratos individuales, en dos tamaños y con tarifas distintas. El ‘Retrato prestigio’ se entrega en un formato de 24 por 30 centímetros y en planos cerrados, por un valor de 1.550 euros (unos cinco millones cuatrocientos mil pesos colombianos); por su parte, el ‘Retrato instante’, en un encuadre más amplio y un formato más reducido, 18 por 24 centímetros, alcanza los 800 euros (unos dos millones setecientos ochenta y cinco mil pesos, aproximadamente).

El amo debe estar presente durante toda la sesión fotográfica, pues las luces, el lugar y las personas desconocidas pueden poner nervioso al animal. Además, los amos interesados en la toma de estos retratos deben pedir una cita con anticipación, para asegurar la disponibilidad del estudio.
Para los viajeros
París es una de las ciudades europeas más reconocidas por ser amigable con las mascotas. Actualmente cuenta con más de quince hoteles que aceptan animales; entre ellos, algunos de los más prestigiosos, como el Ritz, que por cincuenta euros (unos ciento setenta y cinco mil pesos) adicionales por noche a la tarifa de la habitación o la suite, permite el ingreso y la estadía de la mascota, siempre y cuando pese menos de cinco kilos.

Para estos huéspedes, el hotel proporciona una alfombra especial para que se instalen en la habitación y también los platos para servirles la comida, de la que se deberá encargar el amo. También se les permite el libre acceso a algunas áreas abiertas del hotel. Pero los viajeros que durante su estadía deseen que su mascota sea tan mimada como en casa, deberán escoger Le Bristol. Este hotel cinco estrellas, conocido como el primer Palace de Francia, es famoso por su particular manera de albergar a los clientes de cuatro patas. Al llegar a la habitación encontrarán un paquete de bienvenida, que cuenta con una cama, dos platos, una botella de agua mineral, golosinas en forma de hueso, una receta especial para perros y una alfombra bordada con el nombre del animal. Por este servicio se deben sumar cincuenta euros por día a la tarifa establecida.
Accesorios de lujo
Goyard es precisamente una de las marcas francesas de lujo con una línea diseñada especialmente para los dandis de cuatro patas: Chic du chien (Estilo de perro). 

Para ellos, hay abrigos de viaje largo y paseo corto, gafas para que usen en sus desplazamientos, botas, collares y correas. Los gatos también disponen de productos especiales, como maletas para transportarlos en toda comodidad y neceseres para guardar los cepillos de cuidado para su pelaje. Tal ha sido el éxito de esta línea, que Goyard abrió desde el 2008 una boutique dedicada solamente a estos productos en el número 352 de la lujosa calle Saint-Honoré de París. 

Otro lugar de peregrinaje obligado para encontrar las más exclusivas piezas para las mascotas es el BHV Marais La Niche, una sede de la lujosa tienda por departamentos BHV, dedicada a los animales de compañía con curiosos y delicados accesorios para su cuidado, vestuario e higiene, entre otros servicios.
Cosas de humanos
Veterinarios y expertos aseguran que los animales domésticos pueden disfrutar de estas comodidades y lujos, pero advierten que no hacen parte de sus prioridades. 
Sus necesidades son biológicas (alimento, agua potable, aseo, atención veterinaria, ejercicio), emocionales (seguridad, amor, confianza) y sociales (vínculos afectivos con otros animales y con humanos). 

No hay que permitir que estos beneficios desplacen o se impongan a las verdaderas necesidades pues, cuando esto ocurre, empiezan a humanizarse y la consecuencia es que van perdiendo la identidad. 

Tampoco es recomendable cargar siempre a los perros pequeños en las carteras diseñadas para este fin; antes, deben caminar. 

Información Tomada del libro ‘El encantador de perros’ de César Millán.
Síguenos en Facebook, Instagram y Twitter

No hay comentarios.:

Publicar un comentario