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jueves, 12 de septiembre de 2019

Siete consejos antes de un vuelo largo

ilustración Elena ospina


A los viajes les han hecho guías, crónicas y hasta poemas. El escritor portugués José Saramago (1922 - 2010), por ejemplo, dijo en su libro Viaje a Portugal, que: “Hay que comenzar de nuevo el viaje. Siempre. El viajero vuelve al camino”.
Sea por trabajo o porque disfruta conocer el mundo, sus ciudades y culturas, algunos se aventuran al recorrido de manera desprevenida, otros con más cautela. Expuesto a cambios físicos y ambientales será mejor que se prepare, especialmente cuando los trayectos, ahora en avión, duran más de cuatro horas.
En 2018 el arribo de turistas internacionales creció un 6 por ciento, llegando a los 1.400 millones según las más recientes cifras de la Organización mundial del Turismo (OMT). El pronóstico a largo plazo de la OMT publicado en 2010 indicaba que se alcanzarían los 1.400 millones en 2020, pero el notable crecimiento de las llegadas internacionales en los últimos años se ha adelantado por dos años.
Como los viajes internacionales implican un reto físico el médico, docente de Medicina de la Universidad CES y director de Sarpa, ambulancia aérea, Jaime Maya Cuartas, recuerda que en los aviones hay una presión atmosférica además de una atmósfera más seca y las personas generan un estado de inmovilidad al quedarse quietas en la silla.
“Volar es mágico y que los seres humanos hayan tenido la inteligencia y capacidad de crear una tecnología que nos permita hacerlo es algo grandioso, pero también significa que nuestro cuerpo debe tener una preparación adecuada”.
El especialista explica que además del tema del Jet Lag o desfase horario, hay otros aspectos a tener en cuenta para que ni la fatiga extrema, el malestar general, la deshidratación o el dolor de cabeza sean los síntomas que usted sienta cada vez que hace un vuelo largo.
En el caso de una persona con enfermedades de base como hipertensión, alguna patología del corazón o con venas varices, además de estas recomendaciones deben consultar a su médico, “no es que no puedan volar pero si deben tener una serie de cuidados especiales para un viaje mucho más tranquilo”, indica el médico Maya.

El buen dormir es la primera clave
Una persona debe dormir antes de un vuelo por lo menos 5 horas, “pero al acostarse dos horas antes de viajar ya empezó mal, la fatiga empezó antes de montarse al avión”, dice Maya. Si sabe que su vuelo es muy temprano trate de organizar todo para dormir el tiempo necesario.
Nada de ropa o zapatos muy ajustados
La clave, según el médico, es que lo que use para un vuelo largo sea fácil de poner y de quitar. Nada de tacones para las mujeres o prendas muy apretadas. Lleve un saco de más así en el vuelo le den cobija. Si debe usar medias para la circulación es bueno que se las ponga al volar y para lograr dormir cómodamente las almohadas o cojines de cuello son recomendables.
Mantenerse bien hidratado es vital
Siempre lo es y así mismo antes, durante y después de un vuelo: tomar agua será ideal. “Estar bien hidratado lo prepara para el reto fisiológico de volar. Evite el café y el alcohol –que aceleran los procesos de deshidratación–, es preferible el agua. Busque un asiento en pasillo para que pueda ir al baño sin incomodar a otros pasajeros”.
No se quede sentado todo el vuelo
Es importante mover los tobillos, los pies, estirarlos si está en el asiento. “Eso ayuda a presionar los músculos de las piernas, bombea la sangre de las venas. Si hay posibilidades de caminar por el pasillo está bien que lo haga, lo importante es que no se quede quieto en una misma posición”.
Si le toca vuelo con escalas, muévase
“La mayoría de la gente llega a las escalas y antes de tomar otro vuelo busca sentarse. No es que no se pueden sentar, pero la recomendación es que caminen un poco, eso mejora la circulación, evita el edema en los pies y piernas (hinchazón). Si llega a otro aeropuerto a sentarse se va a cansar más en el vuelo que sigue”.
Controlar la alimentación es importante
La idea es comer bien pero no en exceso. “Evitar las comidas grasosas o muy picantes. Se recomienda una dieta liviana. Es mejor comer varias veces, más seguido pero en pocas cantidades”, afirma el médico.
El cuidado de oídos y vías respiratorias
Tenga en cuenta que el uso de tapones en los oídos es para evitar el ruido, “no sirve para evitar dolores en este órgano o balotraumas (daños causados por cambios en la presión del aire o del agua). Evite volar con gripa, otitis, sinusitis y si lo tiene que hacer consulte a su médico”, de esta manera tendrá tiempo para tomar las medidas necesarias.

ILUSTRACIÓN ELENA OSPINA
El Colombiano

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