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lunes, 23 de septiembre de 2019

República Checa, un destino para conocer más allá de Praga

Este país tiene mucho más que ofrecer que la famosa capital, como lo evidencian estas cuatro urbes.

Cesky Krumlov

Praga es, sin lugar a dudas, el principal destino elegido por los visitantes que deciden conocer la República Checa. Cada año atrae a cerca de cinco millones de personas. Pero el país de Europa central no se agota en su bella capital, ni mucho menos. Estas cuatro ciudades y pueblitos demuestran que hay mucho por conocer.

Cesky Krumlov

Esta ciudad, de poco más de 13.000 habitantes, es una especie de maqueta. Fue declarada patrimonio de la humanidad por la Unesco en 1992, y cuando se visita uno entiende por qué. Está atravesada por el río Moldava y repleta de puentes perfectamente conservados que lo cruzan de lado a lado. Tiene una arquitectura que combina estilo medieval, gótico, renacentista y barroco de manera elegante y majestuosa. Cesky Krumlov se puede recorrer prácticamente toda a pie, porque casi toda la ciudad es peatonal.

La perla de la ciudad es el castillo barroco, que permite unas vistas panorámicas de la ciudad, y los alrededores, que dejan al visitante sin palabras. Dentro de sus murallas, también se deben visitar el jardín rococó, su teatro barroco y la iglesia de estilo gótico de San Vito. Si bien está un poquito más lejos de Praga, vale la pena visitarla.


Cómo llegar

En un autobús desde Praga que tarda unas 2 horas y 45 minutos en llegar, por 16 euros ida y vuelta (60.000 pesos) o el tren de tres horas de duración el trayecto, por 23 euros ida y vuelta (86.480 pesos).

Pruhonice

Muy cerca de Praga se erige este pequeño pueblo que no alcanza los 2.000 habitantes. Su principal atractivo es el palacio neorrenacentista fundado en el año 1885. Más exactamente, sus jardines de 250 hectáreas, declarados patrimonio de la humanidad por la Unesco. Se pueden realizar tres recorridos diferentes. Con la entrada, el visitante recibe un mapa para que elija la ruta que más se ajuste a sus gustos y disposición en términos de tiempo: hay uno de 2,5 kilómetros, otro de 5 y otro de 10. La recomendación es hacer este último para poder ver las amplias lagunas, más de 1.600 tipos de especies de árboles, patos, ardillas y unas vistas que dejan sin aliento.

El parque cuenta con unas mil variedades de rosas y unas 1.500 de lirios, además de diferentes áreas boscosas. Todo el trayecto está repleto de bancos de madera y mesitas para hacer picnic colocados en lugares estratégicos a fin de disfrutar con calma de los paisajes. Un lugar increíble para ir a pasar el día, aunque la mejor época para visitarlo es la primavera.


Cómo llegar

En transporte público, combinando la línea C del metro hasta la estación Opatov y, allí, el autobús 363 o 385 a Ricany hasta la estación Pruhonice, por solo 2 euros (7.500 pesos).

Karlovy Vary

Esta ciudad balnearia localizada muy cerca de la frontera con Austria fue fundada en 1350 y es famosa mundialmente por sus fuentes termales. A lo largo de su territorio hay cientos de fuentes con agua a diferentes temperaturas. La visita consiste en ir tomando pequeños sorbos de agua de las diferentes fuentes medicinales, que, según dicen, poseen cualidades curativas. Para ello se usan unas pequeñas jarritas de cerámica con un orificio que sirve como bombilla. Hay por toda la ciudad diferentes puestitos en los cuales puede conseguir la suya. La ciudad, asentada en un valle por el que discurre el río Tepla, tiene una arquitectura hermosa, llena de galerías, que transporta al visitante a la ‘belle époque’. Su casco viejo se recorre íntegramente a pie con el fin de poder recrearse en las edificaciones neoclásicas, ‘art noveau’ y barrocas que la integran, perfectamente conservadas.

En Karlovy Vary se puede visitar la famosa fábrica museo de cristal Mozer, en donde se puede ver cómo los artesanos trabajan el cristal y crean piezas únicas.


Cómo llegar

En autobús se tarda una hora y media por 13 euros, ida y vuelta (cerca de 49.000 pesos colombianos) o en tren, 3 horas por 27 euros, ida y vuelta (100.000 pesos). Es conveniente mirar con anterioridad los horarios en la siguiente web: pruhonickypark.cz.

Kutná Hora

En checo significa ‘La ciudad plata’, debido a que fue la extracción de este mineral de forma masiva entre el siglo XIII y el XVI lo que convirtió el pequeño pueblo minero en un centro económico del país. Es patrimonio de la humanidad. La urbe, con poco más de 20.000 habitantes, se erigió en torno a la abadía de Sedlec, fundada en 1142. Fue arrasada en 1421, pero, gracias a un trabajo de reconstrucción a principios del siglo XVIII, hoy se conservan –y se puede visitar- la iglesia de Nuestra Señora y el osario de Sed-lec, en la capilla del cementerio de Todos los Santos. Una parada obligada a 3 kilómetros del centro, muy llamativa: sus paredes y el techo están adornados con huesos y calaveras humanas. En el centro de la ciudad, la estrella arquitectónica es la iglesia de Santa Bárbara, una edificación imponente de estilo gótico. Se recomienda pasear por el caso antiguo medieval para disfrutar de sus otras construcciones majestuosas, como la iglesia de San Juan Nepomuceno, la iglesia de San Jaime o la fuente gótica, de 1495.

Cómo llegar

En bus, por 70 CZK, 10.000 pesos, ida y vuelta. El viaje tiene una duración, desde Praga, de 1 hora 40 minutos, ida y vuelta. En tren, unos 50 minutos, y tiene un precio de 16.000 pesos, ida y vuelta.

El Tiempo


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