National Geographic reúne en un libro los arenales más impresionantes. Destinos para soñar.
Seychelles
Denis Island, en Seychelles |
Hay playas para ir en familia, cualquier verano, y las hay para ir alguna vez en la vida, como una celebración. Las que ha reunido National Geographic en el libro «The 10 Best of Everything: An Ultimate Guide for Travelers» pertenecen más bien a esta segunda categoría. Playas deslumbrantes en lugares privilegiados.
El primer destino en la clasificación es Seychelles, un grupo de 115 islas ubicadas en el océano Índico. Son muy diferentes, algunas graníticas y montañosas; otras, coralinas y llanas. Muchas se cuentan entre los destinos favoritos de muchos viajeros. Por ejemplo, La Digue, una isla de 10 kilómetros cuadrados, la cuarta más habitada, en la que se encuentra una de las mejores playas del mundo: Anse Source d'Argent. Mahé, Praslin, Victoria o Denis Island (en la foto), también reciben muchos turistas. En cualquiera de ellas hay hoteles de gran lujo, a menudo frecuentados por recién casados. Los precios varían enormemente según la época y el hotel. En torno a navidad y en julio y agosto son los meses más caros.
Maldivas
Otro lugar de esos que dejan con la boca abierta a cualquier viajero. Hoteles de lujo, playas privadas, aguas transparentes (turquesa) y poco que hacer salvo dejar pasar las horas o bucear un rato. Podemos limitarnos al esnórquel, pero no faltan ofertas como la del hotel Six Senses Laamu: allí se instala varios meses el equipo The Manta Trust para investigar acerca de las mantas y ofreciendo la posibilidad a los huéspedes de hacer submarinismo junto a ellas. Las Maldivas también nos llevan al Océano Índico, en este caso al sur de la India. De hecho, abundan los viajes combinados: primero, el ajetreo de las calles de la India; luego, el silencio y la paz en alguna de estas 1.190 islas coralinas, muchas de ellas convertidas en islas-hotel. La temperatura media ronda los 30 grados todo el año. No obstante, de mayo a octubre es época de monzón húmedo, que suele provocar lluvias. El monzón seco, entre noviembre y abril, es aquí la temporada alta.
Bora Bora
Vista aérea de un clásico hotel de Bora Bora |
Bora Bora, en la Polinesia Francesa, es bastante más desconocida para los españoles que Maldivas o Seychelles. Y es por ello, un sueño en toda regla. Cada vez más reicén casados la eligen para su viaje de novios. Hace unos días, Íker Casillas respondía en una entrevista que es el lugar del mundo que más desea conocer.
En Polinesia encontramos playas de película con cabañas de lujo sobre sus turquesas aguas, vírgenes y solitarias -sólo los cangrejos salen a curiosear-, montañas exultantes de vegetación -con las más variopintas flores y frutas- y un pueblo hospitalario y exótico (siguen recibiendo al viajero en el aeropuerto con un collar de flores). Algo de todo ello debió seducir a Gauguin, Jacques Brel y Marlon Brando. O al capitán Cook, a Robert Stevenson, Victor Segalen, Pierre Loti, Jack London, Melville o al mítico cineasta alemán F. W. Murnau, poeta del silencio, que en 1931 rodó en la montaña de Bora Bora, en las cascadas del impactante pico Otemanu, «Tabú», esa película de culto por la que le dieron un Oscar. Polinesia es el edén de los Mares del Sur y se mantiene todavía intacto sin haber sido dañado por un turismo masificado.
The Hamptons, Nueva York
Las clásicas mansiones de Los Hamptons |
En la orilla sur de Long Island, a unos 170 kilómetros de la Gran Manzana, se encuentra el enclave donde la hoguera de las vanidades neoyorquina se reconcilia con los rigores del verano. En el costoso arte de vacilar con dinero, los Hamptons son palabras mayores. Una manga del Mar Menor que flota sobre dinero casi desde su colonización a mediados del siglo XVIII.
A prueba de crisis, los Hamptons son escenario de inolvidables fiestas privadas que jalonan su temporada estival. Parte del atractivo de la tierra prometida es que llegar no sea muy fácil. En verano, ir en coche desde Manhattan -con o sin chófer- hasta East Hampton puede demorarse fácilmente tres o cuatro horas. Lo cual ha inspirado una serie de sofisticados transportes alternativos: desde helicópteros a hidroaviones, pasando por diversos autobuses de lujo donde uno puede ir haciéndose la manicura o bebiendo todo el chardonnay que quiera. Sin embargo, el ferrocarril de Long Island suele ser la alternativa más rápida y barata.
¿Qué ver, en caso de pasar por este paraíso? Por ejemplo, el museo ballenero de Sag Harbor, el faro de Montauk o el estudio de Jackson Pollock y Lee Krasner. Y las playas de Coopers Beach o Main Beach. Y, si quiere hacerse una idea de todo ello, sepa que allí se ha grabado la serie Revenge.
Nantucket Island, Massachusetts
Imagen tomada por la NASA de Nantucket Island |
La descripción de Tripadvisor refleja muy bien lo que vamos a encontrar en esta isla de vacaciones situada a unos 50 km al sur de Cape Cod, Massachusetts, en Estados Unidos: «Playas barridas por el viento, dunas, faros parpadeantes y un agradable ritmo de vida aguardan en esta isla de 130 km2. El que fuera el principal puerto de la caza de ballenas está protegido ahora con la distinción de distrito histórico por el Gobierno de Estados Unidos. Deja el coche y coge el autobús o date una vuelta en bicicleta. Casas a la orilla del mar, mansiones de viejos capitanes balleneros y puertos históricos en los que encontrarás pintorescos hoteles, boutiques, cabañas en las que se sirve la sopa de pescado típica y restaurantes exclusivos. Báñate, haz surf o practica la especialidad de Nantucket: la pesca del bonito y de la anchoa».
Son, en efecto, las playas más populares del Atlántico Norte, sobre todo entre los aficionados al surf y entre los niños. Las aguas son relativamente tranquilas, y hay mucha arena. Desde Quidnet Beach hay excelentes vistas hacia el faro Sankaty Head.
San Bartolomé
Primero, su situación: San Bartolomé (o Saint Barth) es una colectividad territorial de ultramar perteneciente a Francia, en pleno Caribe, a 175 km al norte del archipiélago de Guadalupe. Luego, una curiosidad: fue descubierta por Cristóbal Colon en 1493 y bautizada así en honor a su hermano Bartolomeo. Hoy, más allá del paraíso que imaginamos, es un destino para estadounidenses acomodados, que no se asustan por los precios de vértigo que aquí se manejan. También abundan los nuevos ricos de París, y, por supuesto, los propietarios de yates (Yachtsmen).
Langkawi, Malasia
The Datai Langkawi, en una localización inigualable |
Kauna'oa Bay, Hawai
A esta playa también se le llama Mauna Kea Beach, debido a que está al lado del Mauna Kea Resort. La arena es fina blanca, y el agua cristalina y en calma. Tiene forma de media luna, y está rodeada de palmeras. Se la considera una de las mejores playas de arena blanca del mundo.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario