.

Mostrando las entradas con la etiqueta turismo exótico. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta turismo exótico. Mostrar todas las entradas

martes, 18 de octubre de 2016

Las 10 islas más bellas del mundo, según Travel + Leisure

El ránking que cada año hace la revista Travel and Leisure, en el que sus lectores escogen las diez mejores islas del mundo, destaca este año algunas exóticas islas de Filipinas, Nueva Zelanda y Estados Unidos. En el primer lugar está la isla de Palawan, Filipinas, calificada por los lectores con un puntaje de 93.71 sobre 100. En el ránking también figuran algunas famosas islas de Italia y Grecia. Aquí están las fotos de las islas más bellas del mundo, que seguro lo van a dejar antojado para ir a conocer. 


islas

10. Bali, Indonesia. La 'Isla de los Dioses' obtuvo un puntaje de 88,24, que la ubicó en el último lugar del ránking.

islas 

9. Kauai, Hawái. 'Isla jardín', como se le conoce, tiene playas de agua cristalina y jardines.

islas

8. Hilton Head, Estados Unidos. La isla tiene playas tranquilas donde se puede hacer kayak y pesca. Además de cruceros para ver delfines.

islas

7. Maui, Hawái. Es conocida como 'la isla mágica' por la belleza de sus playas y el lujo de sus restaurantes y resorts.

islas

6. Cebu, Filipinas. Los lectores le dieron un puntaje de 88,65. Cebu tiene 90 islas e islotes en los que se puede practicar buceo y kayak.

islas5. Santorini, Grecia. Esta isla es perfecta para caminar por sus senderos mientras se disfruta del paisaje y sus típicas casas de colores blanco y azul. Kamari y Perissa son sus mejores playas.

islas

4. Isla Waiheke, Nueva Zelanda. Sus playas casi solitarias y paisajes de montaña lo hacen la preferida de los turistas amantes del mar y la aventura.

islas

3. Isquia, Italia. Esta isla obtuvo 90.22 puntos. Sus montañas, viñedos, rutas de senderismo y baños termales naturales la hacen atractiva para los turistas.

islas

2. Boracay, Filipinas. Ubicada en la provincia de Aklan, sus principales playas turísticas son White Beach y la playa de Bulabog. Su puntaje fue de 90,47.

islas

1. Palawan, Filipinas. Sus grandes atractivos son aguas color turquesa, coloridos arrecifes y playas de arena blanca.

El Tiempo

Síguenos en Twitter y Facebook 


viernes, 8 de abril de 2016

A la pesca del tucunaré en el Vichada

Este río es uno de los destinos de Colombia más visitados por los amantes de la pesca deportiva.


El río Vichada, con una extensión de 580 kilómetros, es un paraíso desconocido por la civilización.
El río Vichada, con una extensión de 580 kilómetros, es un paraíso desconocido por la civilización. Foto: Filiberto Pinzón

Tan salvaje como cualquiera de las especies que los habitan, el río Vichada, con una extensión de 580 kilómetros, es un paraíso desconocido por la civilización. Así lo prueban insectos de gran tamaño como los tábanos –que sobrepasan los cinco centímetros– y el pez tucunaré, que llega a pesar casi 20 kilos y nada en sus profundidades.

Visitarlo es tan complejo como fascinante. Hay que estar preparado para soportar sus más de 35 grados de temperatura y tomar un vuelo de 80 minutos entre Bogotá e Inírida (Guainía); estando allí hay que embarcarse en el río Orinoco, la única vía de acceso posible. Pero todo este itinerario es irrelevante para pescadores de todo el mundo que llegan hasta este rincón perdido en el mapa de Colombia para explorar sus aguas.



En adelante, el recorrido es de 153 kilómetros en lancha a través del Orinoco: una boca que cada minuto se ensancha y solo es cercada por dos orillas de densa vegetación. Es un espectáculo lleno de naturaleza que se ve adornado por la cadena de cerros Yawi Rema, sagrados para la etnia sikuani, pobladora de estas tierras.
Sentado en el bote, mientras tensa el sedal de sus cañas, Miguel Sanz, un pescador con más de 30 años de experiencia, explica la razón que lo ha traído desde España.


“He pescado alrededor del mundo y solo en Suramérica he visto un pez como el tucunaré, el más hermoso de los ríos. Espero capturarlo en Vichada”, dice. Esta expectativa la comparte Leonel Cardella, un pescador proveniente de Buenos Aires, quien visita por segunda vez estas aguas. “Paraíso. Esa es la palabra que define la Orinoquia. Más allá de los tucunarés, viajar por este río es una experiencia de pura aventura”, asegura el hombre.

Cuando la lancha se acerca a la unión entre el Orinoco y el Vichada ya se han cumplido cuatro horas de trayecto. La parada en Puerto Nariño, un pueblo ubicado en este punto, se hace obligatoria porque el paso de las lanchas está restringido. En adelante solo es posible navegar en canoas equipadas con motor.
Javier Guevara utiliza una de sus cañas tipo mosca para atrapar un tucunaré desde la orilla del río Vichada. Fotos: Filiberto Pinzón

Luego de 48 kilómetros de navegación, Alejandro Díaz, guía de los pescadores, apunta su mano hacia una orilla. Allí se ubica Tucunaré Lodge, un conjunto de cabañas en las que se hospedarán Sanz, Cardella y otros de sus colegas.

“Construí este lugar para estar cerca del río. Además, los sikuanis son abiertos a compartir su territorio”, señala Díaz.


Tan pronto como abandonan la canoa, Juan Bautista Nariño, líder de la comunidad sikuani, recibe al grupo de pescadores. Los espera, para unírseles, Francisco Marroquín, mexicano con más de 40 años de experiencia en la captura de peces latinoamericanos.

“Es un río muy hostil pero hermoso. No más ayer pescamos una anguila eléctrica. Si no hubiera sido por un colega que ya las conocía, hubiéramos sufrido una descarga mortal”, advierte entre risas.

Con el amanecer a sus espaldas, el grupo de pescadores inicia su recorrido de cuatro días por varias lagunas que conectan con el Vichada y que las separa más de 10 kilómetros de navegación. En cada una de ellas –Santa Catalina, Pueblo Viejo e Ibicí– buscarán atrapar no solo al tucunaré sino a otras especies como las pirañas y payaras. Esta última, la más esquiva.

El pescador y el río

Mientras avanza la travesía, los guías de las embarcaciones –todos de la etnia sikuani– señalan las zonas del río por donde se asoman las toninas –pequeños delfines de agua dulce– con sus crías. También enseñan toda la biodiversidad del lugar, la selva exuberante, los pájaros, los amaneceres y atardeceres que pintan de colores al río.


“Hay dos maneras de pescar. La tradicional, utilizando una caña y valiéndose de las características físicas del señuelo para atrapar al pez. Y con mosca, en la que el lanzamiento del señuelo depende de la habilidad del pescador”, apunta Javier Guevara, otro de los pescadores del grupo, y aclara que lo más importante de estas modalidades es que en ninguna se mata al pez ni se le expone mucho tiempo fuera del agua.


El Castillito, unas de las formaciones rocosas del Orinoco. Fotos: Filiberto Pinzón

Al tiempo que lanza uno de sus señuelos, a 30 metros de la canoa, que lo transportó a la laguna Santa Catalina, Cardella explica lo complicado que a menudo resulta la pesca deportiva: “En el río no hay nada escrito. Venimos a conocer sus aguas y a esperar que la suerte nos dé para atrapar un pez gigante”, dice.
De repente, un tucunaré de 13 kilos y más de un metro de largo pica la carnada. Quienes acompañan al argentino gritan de emoción: es el primer espécimen capturado de muchos más.

Por fuera del oscuro río, los colores verdes y naranjas del tucunaré se hacen más llamativos. Manchas negras cubren un musculoso lomo que se mueve con violencia, al tiempo que sus ojos rojos lanzan una mirada retadora. Sorprendido por su peso, Cardella lo toma por la cola para sacarle una fotografía, el único recuerdo de haberlo vencido.

“¡Qué pez más bello!”, felicita Javier Guevara a su compañero mientras que ambos, armados con pinzas y guantes de malla, le retiran el señuelo para devolverlo a su hogar.


El auge de la pesca

La pesca deportiva en el territorio nacional es una de las grandes apuestas que ProColombia, entidad del Gobierno encargada de promover el turismo y la inversión extranjera, tiene para el 2016. “Buscamos atraer empresarios internacionales especializados en el turismo de aventura porque el consumo de sus clientes puede ayudar a impulsar el desarrollo económico en regiones como la Orinoquia, el Pacífico y el Caribe”, explicó ProColombia. Además, gracias a que en esta práctica los peces no son afectados y los grupos de visitantes son pequeños, los ecosistemas de los ríos no resultan perjudicados.

El Tiempo


Síguenos en Twitter y Facebook

martes, 24 de junio de 2014

Los paisajes más extrañamente bellos del planeta

Desiertos blancos. Ríos rojos. Bosques de piedra. Pozos que nunca dejan de echar fuego. Lugares que asombran


1. Desierto blanco. Egipto

Un todoterreno de uno de los safaris que visitan el Desierto Blanco

Son lugares difíciles de creer, pero muy reales. La web TripAdvisor acaba de hacer pública su selección de 20 lugares del mundo surrealistas y fuera de lo común. Son los paisajes más fascinantes, por extraños, del planeta, destinos a los que hay que acudir con varias tarjetas de memoria para no dejar de disparar fotos.

El primero de ellos es el Desierto Blanco, en Egipto, situado a unos 45 km al norte de la ciudad de Farafra, al oeste del país. Como se ve en la foto, tiene un color blanco, con toques crema, y reúne enormes formaciones de rocas cretácicas creadas como resultado de tormentas de arena y la acción del viento, talladas año a año. Sorprende porque nada tiene que ver con las grandes extensiones de arenas y dunas amarillentas que podríamos imaginar. No hay otro desierto en el mundo con estas hermosas y místicas formaciones de roca, que a veces parecen gigantescas setas y otras grandes cantos.

El desierto blanco y el oasis del Bahareya forman parte de una excursión habitual desde El Cario, haciendo noche en un campamento en el desierto

2. Caño Cristales, Colombia


Dicen que es el río más bello del mundo. No hay que pensar en el Amazonas, sino en un rincón más pequeño y sorprendente, por eso los lugareños le llaman «caño». No llega a 100 kilómetros de largo ni tiene más de 20 m de ancho. Está muy cerca del municipio de La Macarena, en el departamento del Meta

La serranía de la Macarena es una reserva natural cuya riqueza se debe a que allí confluyen elementos andinos amazónicos y el Orinoco, e innumerables cursos de agua que descienden por las empinadas vertientes. Entre ellos, Caño Cristales, también conocido como el «Río de los cinco colores» (amarillo, azul, verde, rojo y negro), el tono de las algas que crecen en este cauce. Al disminuir el agua en verano, el sol seca la macarenia clavígera, planta así identificada por el biólogo Jesús Idroibo y que es la que da el color rojo predominante del caño.

3. The Wave, Arizona. Estados Unidos

Paisaje de olas en Coyote Buttes
The Wave (La Ola) es una formación rocosa de arenisca -situada en la reserva de Paria Canyon-Vermilion Cliffs Wilderness (Arizona)- que data del periodo Jurásico. Es un paisaje de formas onduladas a modo de ola y colores anaranjados y rojizos. Originariamente era un conjunto de dunas que con el paso del tiempo y la erosión provocada por el vierno y la lluvia se transformaron en roca sólida. No es fácil visitar esta zona, ya que requiere un permiso previo para un número de plazas limitado. Hay que solicitarlo en esta web, y participar en una lotería para conseguir una plaza. En verano, las temperaturas son altas, de forma que no es la mejor época para visitar estas tierras.

La foto que ilustra estas líneas se tomó en la zona de Coyote Buttes (las excursiones de Coyote Buttes del Norte y Coyote Buttes sur requieren permiso). En cuanto a la coloración variable de las areniscas, tiene que ver con los diferentes pigmentos de óxido de hierro en cada capa de arenisca.

4. Capillas de mármol. Chile


Este santuario de la Naturaleza se halla en las costas del Lago General Carrera, en la región de Aysén, a 171 kilómetros al suroeste de Puerto Ibáñez (Chile). Seguramente, es una de las fotografías más espectaculares de toda la Patagonia Aysén. Estas elevaciones acantiladas, formadas durante millones de años gracias a la erosión del agua del lago pueden visitarse cuando las aguas están a un nivel bajo. Desde Puerto Tranquilo se organizan excursiones en pequeños botes para menos de diez personas.

5. La Gran Fuente Prismática. Yellowstone. EE. UU.


La Gran Fuente Prismática, en el Parque Nacional Yellowstone, es la mayor fuente de aguas termales en Estados Unidos, y la tercera más grande del mundo. Se encuentra en la cuenca del Midway Geyser en el estado de Wyoming. Sus colores vivos son el resultado de bacterias pigmentadas en las biopelículas que crecen alrededor de los bordes de las aguas ricas en minerales. Esas bacterias producen colores que van del verde al rojo.

6. Pozo de Darvaza. Turkmenistán

La puerta del infierno, en Darvaza
Al cráter de Darvaza se le llama también La puerta del infierno, y no sin razón. En realidad, se trata de una antigua prospección de gas situada en el gran desierto de Karakum, cerca de la pequeña aldea de Darvaza, en Turkmenistán. Este desierto, que ocupa el 70% del país, es muy rico en petróleo y gas natural. En cuanto al agujero en cuestión, tiene 60 metros de diámetro y 20 de profundidad, y se formó en 1971 durante unas obras de prospección de gas de geólogos soviéticos. Buscaban un yacimiento de gas natural, cuando dieron con una caverna subterránea que provocó el desmoronamiento de la excavación. Nadie sabe durante cuánto tiempo continuará ardiendo esta boca de fuego.

7. Desierto de Atacama

Observatorio de La Silla, a 2.400 metros, en el sur del desierto de Atacama, Chile
El desierto de Atacama, el más seco del mundo, es un espectáculo de salares, termas y geisers, grandes minas de cobre y otros minerales. Nadie que lo visita queda indiferente ante esta belleza aparentemente inhóspita. Este es también uno de los lugares más conocidos del mundo por la nitidez y limpieza de sus cielos, entre otras cosas porque no llueve 300 noches al año. En el altiplano de Atacama y de la zona andina de Coquimbo, los cielos se muestran asombrosamente despejados. El turismo astronómico es una pequeña joya, cada vez más demandada. Por ejemplo, en el observatorio de Paranal, al este de San Pedro de Atacama y a 2.600 metros de altitud. Se puede visitar durante los dos últimos fines de semana del mes, excepto en diciembre. O el de Cerro Tololo, a 87 kilómetros de La Serena, en pleno Valle de Elqui.

8. Gran agujero azul. Belice


Tiene más de 300 metros de ancho y 123 metros de profundidad. Está cerca del centro del arrecife Lighthouse, un pequeño atolón ubicado a 100 kilómetros de la costa continental y la Ciudad de Belice, en el Caribe. En cuanto a su origen, parece era un sistema de cuevas de piedra caliza durante el último período glacial, cuando los niveles del mar eran mucho más bajos. Cuando acabó la glaciación, hace 12.000 años, las cuevas se inundaron y el techo se derrumbó. Es el fenómeno más grande del mundo en su género, considerado por ello Patrimonio de la Humanidad de la Unesco. La sima es una meca para los buceadores, por el entorno y porque en su interior hay muchas especies de peces, esponjas y corales.

9. Piscinas naturales de Pamukkale, Turquía


Quizá sean las piscinas naturales de agua caliente más conocidas por turistas de todos los países.Debido al desgaste que estaba sufriendo esta maravilla natural, no solo se construyeron piscinas artificiales para que los visitantes se siguieran bañando, sino que se demolieron los hoteles a pie de terraza y se blanquearon muchas zonas. La piedra caliza dibuja un paisaje que hoy es Patrimonio de la Humanidad. Visto de lejos en pleno verano, el contraste es hipnótico, ya que parece haberse detenido el tiempo en inverno: una estampa nevada salpicada de témpanos de hielo. La visita se completa con un paseo por Hierápolis, una ciudad construida en lo alto de este «castillo de algodón» en la que se conservan restos arqueológicos en buen estado.

10. Desierto de los Pináculos. Australia

Pinnacles Desert, con la luz del atardecer
Los pináculos son formaciones de piedra caliza, que ahora forman parte del Parque Nacional de Nambung, cerca de la ciudad de Cervantes, al Oeste de Australia. Muy cerca, el azul del cercano océano Índico, en una zona de la costa situada a tres horas en coche desde Perth. Este peculiar desierto de monolitos era desconocido incluso para los australianos hasta los años 60 del pasado siglo, cuando pasó a formar parte del citado parque nacional. Hay miles de pináculos, de hasta cuatro metros de altura, y su silueta al atardecer es verdaderamente impresionante.

11. Colinas de chocolate, Filipinas


En un horizonte de unos 50 kilómetros cuadrados hay 1.776 colinas o montículos (aunque hay distintas cifras, esta es la que utiliza la Unesco) con forma de conos convertidos en un símbolo turístico en Filipinas. El espectáculo es ciertamente original y llamativo. Durante una parte del año, el césped cubre las colinas, que en la época seca se tornan marrones. Es entonces cuando cobra sentido su sobrenombre, colinas de chocolate. Casi todas tienen una altura muy parecida, una formación geológica inusual. Están en Bohol, la décima isla más larga de Filipinas. Es Monumento Geológico Nacional desde 1988, y está en la lista de aspirantes a los lugares protegidos por la Unesco.

Síguenos en Twitter y Facebook

martes, 17 de junio de 2014

Cuando el mejor asiento del restaurante requiere un vestido de baño

Escoger el mejor asiento en las cataratas restaurante de Villa Escudero, también significa que estarás completamente empapado

El restaurante de este resort de Filipinas cuenta con mesas de bambú establecidos en el aliviadero de las Cataratas Labasin. Los comensales pueden estar en un buffet de curry y carnes, mientras el agua se precipita sobre sus pies, tomar descansos entre bocado y bocado.

villa escudero restaurant

villa escudero restaurant

waterfall restaurant philippines

villa escudero restaurant

No tendrás que remar ningún rápidos para encontrar el café: está situado en una antigua plantación de cocos en la ciudad de San Pablo. La cascada no es natural.

Aún así, la atmósfera de jungla y platos que se sirven en hojas de bambú son una experiencia tanto para el paladar aventurero y para el alma.

waterfall restaurant philippines

villa escudero restaurant

villa escudero restaurant

villa escudero restaurant

Síguenos en Twitter y Facebook

lunes, 16 de junio de 2014

Las playas más exóticas y bellas del mundo

National Geographic reúne en un libro los arenales más impresionantes. Destinos para soñar.

Seychelles

Denis Island, en Seychelles

Hay playas para ir en familia, cualquier verano, y las hay para ir alguna vez en la vida, como una celebración. Las que ha reunido National Geographic en el libro «The 10 Best of Everything: An Ultimate Guide for Travelers» pertenecen más bien a esta segunda categoría. Playas deslumbrantes en lugares privilegiados.
El primer destino en la clasificación es Seychelles, un grupo de 115 islas ubicadas en el océano Índico. Son muy diferentes, algunas graníticas y montañosas; otras, coralinas y llanas. Muchas se cuentan entre los destinos favoritos de muchos viajeros. Por ejemplo, La Digue, una isla de 10 kilómetros cuadrados, la cuarta más habitada, en la que se encuentra una de las mejores playas del mundo: Anse Source d'Argent. Mahé, Praslin, Victoria o Denis Island (en la foto), también reciben muchos turistas. En cualquiera de ellas hay hoteles de gran lujo, a menudo frecuentados por recién casados. Los precios varían enormemente según la época y el hotel. En torno a navidad y en julio y agosto son los meses más caros.

Maldivas

Otro lugar de esos que dejan con la boca abierta a cualquier viajero. Hoteles de lujo, playas privadas, aguas transparentes (turquesa) y poco que hacer salvo dejar pasar las horas o bucear un rato. Podemos limitarnos al esnórquel, pero no faltan ofertas como la del hotel Six Senses Laamu: allí se instala varios meses el equipo The Manta Trust para investigar acerca de las mantas y ofreciendo la posibilidad a los huéspedes de hacer submarinismo junto a ellas. Las Maldivas también nos llevan al Océano Índico, en este caso al sur de la India. De hecho, abundan los viajes combinados: primero, el ajetreo de las calles de la India; luego, el silencio y la paz en alguna de estas 1.190 islas coralinas, muchas de ellas convertidas en islas-hotel. La temperatura media ronda los 30 grados todo el año. No obstante, de mayo a octubre es época de monzón húmedo, que suele provocar lluvias. El monzón seco, entre noviembre y abril, es aquí la temporada alta.

Bora Bora

Vista aérea de un clásico hotel de Bora Bora
Bora Bora, en la Polinesia Francesa, es bastante más desconocida para los españoles que Maldivas o Seychelles. Y es por ello, un sueño en toda regla. Cada vez más reicén casados la eligen para su viaje de novios. Hace unos días, Íker Casillas respondía en una entrevista que es el lugar del mundo que más desea conocer.
En Polinesia encontramos playas de película con cabañas de lujo sobre sus turquesas aguas, vírgenes y solitarias -sólo los cangrejos salen a curiosear-, montañas exultantes de vegetación -con las más variopintas flores y frutas- y un pueblo hospitalario y exótico (siguen recibiendo al viajero en el aeropuerto con un collar de flores). Algo de todo ello debió seducir a Gauguin, Jacques Brel y Marlon Brando. O al capitán Cook, a Robert Stevenson, Victor Segalen, Pierre Loti, Jack London, Melville o al mítico cineasta alemán F. W. Murnau, poeta del silencio, que en 1931 rodó en la montaña de Bora Bora, en las cascadas del impactante pico Otemanu, «Tabú», esa película de culto por la que le dieron un Oscar. Polinesia es el edén de los Mares del Sur y se mantiene todavía intacto sin haber sido dañado por un turismo masificado.

The Hamptons, Nueva York

Las clásicas mansiones de Los Hamptons

En la orilla sur de Long Island, a unos 170 kilómetros de la Gran Manzana, se encuentra el enclave donde la hoguera de las vanidades neoyorquina se reconcilia con los rigores del verano. En el costoso arte de vacilar con dinero, los Hamptons son palabras mayores. Una manga del Mar Menor que flota sobre dinero casi desde su colonización a mediados del siglo XVIII.
A prueba de crisis, los Hamptons son escenario de inolvidables fiestas privadas que jalonan su temporada estival. Parte del atractivo de la tierra prometida es que llegar no sea muy fácil. En verano, ir en coche desde Manhattan -con o sin chófer- hasta East Hampton puede demorarse fácilmente tres o cuatro horas. Lo cual ha inspirado una serie de sofisticados transportes alternativos: desde helicópteros a hidroaviones, pasando por diversos autobuses de lujo donde uno puede ir haciéndose la manicura o bebiendo todo el chardonnay que quiera. Sin embargo, el ferrocarril de Long Island suele ser la alternativa más rápida y barata.
¿Qué ver, en caso de pasar por este paraíso? Por ejemplo, el museo ballenero de Sag Harbor, el faro de Montauk o el estudio de Jackson Pollock y Lee Krasner. Y las playas de Coopers Beach o Main Beach. Y, si quiere hacerse una idea de todo ello, sepa que allí se ha grabado la serie Revenge.

Nantucket Island, Massachusetts


Imagen tomada por la NASA de Nantucket Island
La descripción de Tripadvisor refleja muy bien lo que vamos a encontrar en esta isla de vacaciones situada a unos 50 km al sur de Cape Cod, Massachusetts, en Estados Unidos: «Playas barridas por el viento, dunas, faros parpadeantes y un agradable ritmo de vida aguardan en esta isla de 130 km2. El que fuera el principal puerto de la caza de ballenas está protegido ahora con la distinción de distrito histórico por el Gobierno de Estados Unidos. Deja el coche y coge el autobús o date una vuelta en bicicleta. Casas a la orilla del mar, mansiones de viejos capitanes balleneros y puertos históricos en los que encontrarás pintorescos hoteles, boutiques, cabañas en las que se sirve la sopa de pescado típica y restaurantes exclusivos. Báñate, haz surf o practica la especialidad de Nantucket: la pesca del bonito y de la anchoa».
Son, en efecto, las playas más populares del Atlántico Norte, sobre todo entre los aficionados al surf y entre los niños. Las aguas son relativamente tranquilas, y hay mucha arena. Desde Quidnet Beach hay excelentes vistas hacia el faro Sankaty Head.

San Bartolomé


Primero, su situación: San Bartolomé (o Saint Barth) es una colectividad territorial de ultramar perteneciente a Francia, en pleno Caribe, a 175 km al norte del archipiélago de Guadalupe. Luego, una curiosidad: fue descubierta por Cristóbal Colon en 1493 y bautizada así en honor a su hermano Bartolomeo. Hoy, más allá del paraíso que imaginamos, es un destino para estadounidenses acomodados, que no se asustan por los precios de vértigo que aquí se manejan. También abundan los nuevos ricos de París, y, por supuesto, los propietarios de yates (Yachtsmen).

Langkawi, Malasia

The Datai Langkawi, en una localización inigualable
Langkawi, oficialmente conocida como «Langkawi, es un archipiélago de Malasia de un centenar de islas el mar de Andaman, a unos 30 km de la costa continental del noroeste del país. Fue declarado en 1986, por decreto ley, máxima atracción turística del país. Allí encontramos hermosas playas (la magnífica de Cenan) una infraestructura de primer orden, manglares ricos en flora y fauna, tiendas muy baratas y libres de impuestos y leyendas fascinantes. A pesar de que parece estar orientada hacia el turismo, en realidad muchos de los isleños son granjeros y pescadores que viven en pequeños pueblos con casas de madera rodeadas de palmeras. Una pista de lujo: el Datai, uno de los mejores hoteles del mundo.


Kauna'oa Bay, Hawai


A esta playa también se le llama Mauna Kea Beach, debido a que está al lado del Mauna Kea Resort. La arena es fina blanca, y el agua cristalina y en calma. Tiene forma de media luna, y está rodeada de palmeras. Se la considera una de las mejores playas de arena blanca del mundo.

Síguenos en Twitter y Facebook


jueves, 12 de junio de 2014

Estos son los hoteles más raros del mundo

¿Dormiría ud en la casa de un hobbit o en el interior de una burbuja?



Hotel Karosta Prison, Letonia
Este hotel fue una prisión nazi y soviética en el siglo XX. Actualmente los huéspedes de este lugar son tratados como prisioneros, duermen en celdas con colchones viejos, reciben comida de presos, son abusados verbalmente y obligados a hacer ejercicio físico.


Hotel Bubbletree, Francia
Estas burbujas están ubicadas en diferentes bosques alrededor del país. Son perfectas para aquellos que amen las actividades al aire libre.


Hotel Quinta Real, Zacatecas, México
Fue una plaza de toros hasta 1975 cuando fue adaptado como hotel.


Motel Wigwam, California, EEUU
Este hotel fue construido en 1949 inspirado en los refugios de indígenas americanos.


Alojamiento Propeller Island City, Alemania
Este hotel cuenta con diferentes habitaciones temáticas que incluyen camas suspendidas en el aire, cuartos cubiertos con espejos y hasta cuartos con camas que parecen ataúdes.


Hotel Seaventures, Malasia
Es la primera y única plataforma petrolera transformada en hotel. Está ubicado sobre un arrecife de coral lo que permite que se realicen actividades acuáticas.


Hotel Madonna-Inn, California, EEUU
Este hotel se caracteriza por tener cuartos temáticos diferentes.


Motel Hobbit, Nueva Zelanda
Viva como Frodo y Sam en el Señor de los Anillos.


Treehotel, Suecia
Este nido de pájaros del tamaño de un humano tiene habitaciones separadas, baño y una sala.


El hotel de las 9 horas, Japón
Recibe este nombre porque las personas que se registran en la noche en el hotel necesitan 9 horas para quedarse: una hora para bañarse, siete para dormir y una más para arreglarse y salir.


Hotel Biblioteca
Este hotel ubicado en Nueva York se caracteriza por tener estantes llenos de libros de cualquier tema, desde ciencia hasta música.


Suite Avión, Países Bajos
Esta compañía convirtió un avión para 120 pasajeros en un hotel en donde se puede disfrutar de jacuzzi, sauna, mini bar, tres televisores de pantalla plana y cocina.

Síguenos en Twitter y Facebook