Aerociudades sin colas, templos de ocio, la maleta en el móvil, piscinas en las azoteas, reconocimiento facial... Y no es ciencia-ficción
L página Skyscanner está elaborando a lo
largo del año un estudio muy amplio, en tres fases, sobre el futuro de
los viajes. La segunda entrega de ese estudio, recién presentada, habla
de los aeropuertos de los próximos años (se pone fecha, 2024, aunque
muchas ideas ya están en marcha) con conceptos como «terminales tecnológicas», un retrato fascinante de lo que viene... o de lo que ya está aquí.
Según este informe (elaborado en colaboración con The
Future Laboratory y cincuenta y seis expertos en tendencias del futuro y
de industrias tecnológicas), nuestra estancia en el aeropuerto será
totalmente automatizada, lo que acelerará todo el proceso: se eliminarán las colas de facturación
y hasta los propios mostradores. «Los pasajeros podrán facturar su
maleta mientras se toman un café y usar sus teléfonos para para
monitorizar los tiempos de espera en la cola de seguridad», aseguran los
expertos consultados.
En esta revolución tiene mucho que ver el llamado «internet
de las cosas»: casi cada objeto que se nos ocurra, desde una bombilla a
una maleta, podrá estar monitorizada y controlada vía internet, desde
el teléfono. Serán decenas de millones de objetos conectados. Por
ejemplo, las etiquetas digitales predefinidas y
las maletas incluirán información sobre los detalles del vuelo y el
destino permitiendo a los viajeros hacer un seguimiento de sus maletas
durante el trayecto.
El reconocimiento facial en los aeropuertos acelerará todos los trámites |
Estos avances, junto con las tarjetas de información biométrica (que sustituirán a los pasaportes)
ayudarán a ahorrar buena parte de tiempo en el tránsito y embarque y
harán que la estancia en el aeropuerto sea mucho más eficiente,
agradable y rápida.
Una de las consecuencias que se extraen del estudio de
Skyscanner es que las vacaciones empiezan en el propio aeropuerto,
convertido en una especie de parque temático. Una vez pasado el control de seguridad, encontraremos innumerables distracciones: desde galerías de arte y jardines hasta cines en 3D, piscinas en las azoteas
o sesiones de yoga. El deseo de disfrutar de edificios amplios y
abiertos será clave en estas aerociudades que evolucionarán y pasarán a
ser la principal tendencia en aeropuertos para el 2024.
El informe prevé que en 2024 estos centros de bienestar
estarán acompañados de paredes y suelos interactivos, transformando las
tiendas en lugares de compras virtuales y creando nuevas experiencias
gastronómicas. Además, las nuevas tecnologías hápticas permitirán a los
pasajeros oler, sentir y ver los productos que
quieren comprar desde la comodidad de la piscina de la azotea del
aeropuerto. La tecnología «Phygital» -Técnicas de venta física y
digital-, un nuevo formato de comercio minorista en áreas de tránsito,
hará que los viajeros sean capaces de realizar compras con tan sólo un
movimiento de mano o a través de una sencilla orden verbal.
Los vuelos del futuro
Una vez a bordo del avión, la cabina y los asientos no
tendrán nada que ver con los actuales, hasta el punto de resultar
irreconocibles. El asiento se podrá moldear como si fuera viscoelástico para adaptarse a la forma del cuerpo del viajero y llevará incorporado un control de temperatura individual, así como un dispositivo holográfico de comunicación y entretenimiento que permitirá hablar en 3D con amigos y familia y ver películas o escuchar música.
Por otra parte, los adaptadores de sonido integrados en el reposacabezas del asiento evitarán que otros pasajeros puedan escuchar nuestras conversaciones,
y podremos utilizar guantes hápticos -inicialmente en clase business-
para poder abrazar a familiares o estrechar la mano de un colega de
negocios.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario