Ittoqqortoormiit, Groenlandia
Es una de las poblaciones más remotas de Groenlandia, solo accesible por helicóptero o por barco unos pocos meses al año. Su impronunciable nombre es groenlandés y significa "casa grande", en danés su nombre es Scoresbysund que deriva del nombre del ballenero escocés William Scoresb. / Getty
Svalbard, Noruega
El reino del oso polar, se encuentran en el Océano Ártico, a medio camino entre Noruega y el Polo Norte. Encontrará naturaleza ártica virgen y una fauna única. Svalbard ha fascinado a los viajeros durante años. Además de unos miles de osos polares, las islas albergan casi 3000 habitantes. /Getty
Isla de Pascua, Chile
No hay otro lugar habitado en el mundo que esté tan aislado en el mar como la polinesia chilena. Explore Rapa Nui, sus playas con arena de color rosa, los volcanes y praderas que la componen, y sus más de 1.000 moai que fueron testigos silenciosos de una misteriosa sociedad. / Getty
Islas Feroe, Europa
Naturaleza salvaje, aire puro y cultura auténtica: son esto las Islas Feroe, los rincones de tierra más norteños de Dinamarca, rodeadas por el Océano Atlántico del Norte, entre paisajes impresionantes y pintorescos pueblos costeros de pescadores. / Getty
Isla Macquarie Tasmania, Australia
Se encuentra en la esquina suroeste del Océano Pacífico. La isla es el hogar de toda la población Pingüino en la tierra durante la temporada de anidación anual. Fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1997. / Flickr
Es el centro administrativo de la Provincia de Naryn, en el centro de Kirguistán. Se encuentra en ambas orillas del río que tiene el mismo nombre. Es una pintoresca ciudad con dos museos regionales y algunos hoteles. / Pixabay
Supai, Arizona, Estados Unidos
En lo más adentro del Gran Cañón, Village of Supai, la comunidad más remota de los 48 estados, atrae con sus raras e imponentes cascadas durante todo el año. Un rincón secreto, hogar de la pequeña tribu Havasupai, conocida como la "Gente del Agua Azul-Verde", que ha habitado el área desde 1300. / Getty
El Espectador
No hay comentarios.:
Publicar un comentario