Chapada das Mesas, Maranhão, Brasil.
Las piscinas naturales de Chapada das Mesas son parada obligatoria para los turistas. Sus aguas son cristalinas y son hogar de una diversa vida marina. El agua pura y las rocas a su alrededor funcionan como un hidromasaje para que los visitantes pasen un rato agradable.
Hierve el Agua. Oaxaca, México.
Creadas por el agua mineral que brotó a través de la piedra caliza, dos piscinas naturales se posan al borde de un acantilado. Con una magnífica vista y temperaturas entre los 22 y 26 grados, son lugares idóneos para la relajación y una posibilidad para la natación.
Bahía Málaga. Buenaventura, Colombia.
Además de ser un destino conocido por los avistamientos de ballenas jorobadas, Bahía Málaga ofrece unas hermosas piscinas naturales que ofrecen espectáculos nocturnos gracias a las noctilucas, microorganismos bioluminiscentes que viven en las profundidades.
Piscinas Naturales del río Guejar. Meta, Colombia.
A tres horas de Villavicencio se encuentra la población de Lejanías, donde podemos encontrar espectaculares piscinas con aguas verdes, rodeadas de cascadas y toboganes naturales.
Parque eco-arqueológico Ik Kil. Chichén Itzá, México.
Este antiguo lugar de rituales Mayas es de fácil acceso para los visitantes, quienes pueden disfrutar de sus aguas cristalinas y la abundante fauna y flora del lugar.
Dos Ojos. Quintana Roo, México.
El cenote Dos Ojos es uno de los sistemas de cuevas subacuáticas más grandes y extravagantes que existen. Está conformado por dos sumideros de 70 metros de diámetro, unidos por un túnel de 400 metros. Por esto, es un espacio perfecto para bucear.
El Tiempo
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