Una de las primeras cosas que el viajero percibe de Mánchester (noroeste de Inglaterra) es que el símbolo de una abeja está omnipresente. En las papeleras, en los grafitis, en las camisetas, en los escaparates, hasta en el escudo de la ciudad. ¿Qué tiene que ver esto con la ciudad cuna de la revolución industrial? Desde luego, no es la miel.
El ícono tiene su origen en los tiempos en se decía que Mánchester era como un enjambre de trabajadores en sus colmenas. De ahí la abeja. Caída en desuso durante mucho tiempo, revivió tras el atentado que la ciudad sufrió en el concierto de Ariana Grande hace dos años, cuando unos tatuadores decidieron que donarían una parte del dinero que les ingresara por tatuar abejas. Hoy es símbolo del orgullo recuperado, si es que alguna vez se perdió, de los mancunianos, como se denomina en castellano a sus habitantes.
Conocer las raíces
Es muy interesante comenzar un viaje a Mánchester escarbando en su historia. Aunque ha sido eclipsada en el mundo turístico por la capital, Londres, esta ciudad ha influido en el rumbo del mundo durante diferentes períodos. Fue epicentro mundial de la industria textil con un movimiento obrero importantísimo. No por casualidad fue aquí donde comenzó la causa de las sufragistas, para pedir el voto femenino, siendo Emmeline Pankhurst una de las pioneras. De hecho, su casa está abierta para los turistas (www.pankhursttrust.org)
Los viajeros que disfrutan de la historia y la sociología estarán interesados en saber más del movimiento cooperativo, que surgió en esta urbe en 1844, cuando 28 pioneros crearon una cooperativa a la que los obreros se podían unir para comprar alimentos a un precio justo. Aún hoy se puede visitar la casa original de esta cooperativa en Rochdale, a unos kilómetros a las afueras de la ciudad (www.rochdalepioneersmuseum.coop). La oficina de turismo de Mánchester ofrece varias posibilidades de visitas guiadas sobre este y otros temas.
Aquel pasado industrial y obrero puede entenderse en el Museo de la Industria y las Ciencias (www.scienceandindustrymuseum.org.uk), de acceso gratuito. Allí se exponen telares del siglo XIX y algunas locomotoras a vapor, como las que funcionaron en el ferrocarril entre Mánchester y Liverpool, el primero del mundo para pasajeros. Una actividad para todos los públicos, pero especialmente interesante para las familias, pues cuenta con muchas atracciones interactivas para niños, entre las que se destaca una exposición de automóviles y aviones militares. Otra visita relacionada es la del People’s Museum (https://phm.org.uk/).
Fútbol
Mucho más conocida a nivel internacional es la relación entre la ciudad de Mánchester y el fútbol. Es sede de dos equipos mundialmente conocidos, el Manchester United (www.manutd.com/en/visit-old-trafford) y el Manchester City (es.mancity.com). Ambos estadios se pueden visitar en recorridos guiados, siempre teniendo en cuenta la programación de partidos. El Museo Nacional del Fútbol (www.nationalfootballmuseum.com), en el centro, es otra opción.
Este último está al lado de la catedral de la ciudad (a 250 metros) y del centro comercial PrintWorks, antiguas imprentas de periódicos, así como el Corn Exchange, como alternativa por si un grupo de viajeros tiene intereses diferentes.
El barrio de moda
La calle Oldham es el epicentro de barrio de moda de Mánchester, Northern. Entre las calles Hilton y Back Piccadilly se encuentran varias tiendas de ropa de segunda mano, con prendas de los 80 y los 90, así como varias tiendas de vinilos y pubs que los nostálgicos del siglo XX disfrutarán, sin duda alguna.
Este distrito, que hasta hace unos años estuvo abandonado, se ha convertido en el centro de la movida local. Los domingos se organiza un mercado muy agradable en la plaza de Stevenson con antigüedades, artesanías y comida. Basta pasear por la zona para descubrir, a través de los carteles pegados en las paredes, las actuaciones musicales y las nuevas aperturas de pubs, clubes y restaurantes, aunque también se ofrece un tour guiado por Ancoats y Northern a través de agencias especializadas como Civitatis (civitatis.com/es/manchester/tour-manchester-alternativo/).
Las opciones para comer y bailar son muchas. Para degustar una carne exquisita, entre otros platos, hay muchas opciones como Wilderness (recientemente abierto) o Trof. Por la noche, especialmente los viernes y sábados, hay clubes con música en vivo como Band of the Wall. Un plan perfecto si se combina, por ejemplo, con una cerveza local como Holt (www.joseph-holt.com/).
Otras zonas para pasear
El centro de la ciudad, que fue destruido por una bomba del Ejército Republicano Irlandés Provisional (IRA, por su sigla en inglés) en 1996, es ahora una zona comercial para los amantes del lujo (aunque son las mismas marcas que en cualquier ciudad).
Aquí se localiza el centro comercial Arndale, que viene a ser la antítesis del Northern Quarter, en especial la calle New Cathedral, donde están las grandes marcas de lujo internacionales, así como otras firmas británicas. Se trata de una zona nueva, creada tras la bomba del IRA que destruyó gran parte de la ciudad, es un símbolo del renacer de la Mánchester.
Donde hay obreros hay burguesía y, por lo tanto, arte. En este sentido, otros lugares interesantes son la Manchester Gallery, a pocos metros de la plaza de Piccadilly, que ofrece entrada gratuita y una cafetería muy agradable para hacer un descanso y tomar un café.
La biblioteca John Rylands, que abrió a principios del siglo XX, merece la pena visitarla (www.library.manchester.ac.uk/rylands/visit/) y el antiguo Cotton Market Warehouse tiene un teatro muy interesante.
Aunque es difícil reunir tanta actividad en una única agenda, la web oficial de turismo de la ciudad ofrece una muy buena selección. Puede consultarla en el sitio web www.visitmanchester.com/things-to-see-and-do/entertainment.
El Tiempo
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