La ciudad de Utrecht, en los Países Bajos, estrenó recientemente el mayor estacionamiento de bicicletas del mundo: un recinto reluciente y modernista de concreto, madera y acero, con altas columnas y un amplio espacio, diseñado para estacionar bicicletas y llegar a la estación del tren lo más rápido posible, alentando el uso del transporte público y no contaminante y descongestionando la ciudad.
El estacionamiento para bicicletas Stationsplein tiene capacidad para 12.500 bicicletas (de las cuales 1.000 son para uso público), cuenta con tres plantas y se sitúa debajo de la principal estación ferroviaria de la ciudad y junto al centro comercial Hoog Catharijne. Una zona que incluye una calle destinada principalmente a los peatones, una plaza donde se encuentran las entradas a ambos edificios y un enorme dosel.
En este ‘aeropuerto’ de bicis, los carriles de estacionamiento se bifurcan a partir de ciclovías para garantizar que unos no se interpongan en el camino de otros ciclistas que circulen por el sistema, informa el estudio de arquitectura Ector Hoogstad Architecten, EHA, autor del diseño.
EHA explica que esta edificación cuenta con espacio suficiente para que los usuarios puedan subir y bajar de sus vehículos junto a los ‘carriles bici’, y dispone de rampas con pendiente moderada que conectan las áreas de estacionamiento en diferentes niveles.
Añaden que las paredes están identificadas mediante colores para indicar al usuario las distintas rutas que puede seguir, mientras que una serie de señales electrónicas indican la posición de los espacios libres para estacionar.
Tiene hasta un taller
Este superestacionamiento está abierto al público 24 horas al día y 7 días a la semana, y para acceder a él se utiliza la tarjeta del transporte público. También cuenta con instalaciones adicionales, como un taller de reparación de bicicletas y una tienda de alquiler de estos vehículos.
“Las escaleras y los túneles crean conexiones directas con la plaza elevada, el edificio principal de la estación y las plataformas”, informa este estudio de arquitectura.
Destacan los arquitectos que los accesos a las escaleras están dentro de atrios cubiertos por techos de vidrio, asegurando “una buena orientación espacial y mucha luz natural a los usuarios, que disfrutan de vistas de las plataformas ferroviarias y la terminal de autobuses vecina a través de las grandes ventanas de las paredes exteriores”.
El dosel gigante se extiende hasta el área de estacionamiento y es sostenido por tres columnas de concreto con forma de trompeta que tienen un diámetro de 5 metros a nivel del piso y disminuyen hasta los 1,2 metros en la parte superior.
“Este edificio agrega una dimensión arquitectónica emocionante y sorprendente a Utrecht. Circular en bicicleta por este garaje se ha convertido en otra parte de la vida cotidiana en la ciudad y casi una atracción por derecho propio”, dice Rianne Pape, asistente de gestión en Hoogstad Architecten.
“A la luz del éxito que ha tenido la nueva infraestructura de la estación central, esperamos tener la oportunidad de hacer más estacionamientos de bicicletas similares en otras ciudades de los Países Bajos, de Europa y del resto del mundo”, concluye Pape.
El Tiempo
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