Hay una manera sencilla de hacer que el viaje sea algo mejor y se resume en una clásica regla de oro: trata a los demás como te gustaría que te trataran a ti. Desafortunadamente, hay personas a las que le cuesta recordarla. Aquí va un pequeño recordatorio para ellos:
1. Recuerda que no eres el único que sufre las estrecheces del asiento
Se siente.
2. Reclina el asiento... si te dan permiso para ello
Trata de ser comprensivo con las rodillas del pasajero que va detrás de ti.
3. Las azafatas son personas, no asistentes personales
Sí, sirven bebidas y prestan su ayuda, pero ante todo, merecen el máximo respeto.
4. La comida olorosa incomoda a todo el mundo
Si te llega el olor de tu sándwich de atún, probablemente al de al lado le estará torturando.
5. No a todo el mundo le apetece oírte hablar
¿Tienes una buena historia que te apetece compartir? Adelante, pero por favor, no lo hagas A GRITOS. Especialmente si vuelas de noche y el resto de pasajeros intenta dormir.
6. Y tampoco les apetece escuchar tu película o tu música
Ponte los auriculares y mantén el volumen dentro de unos límites razonables.
7. Descalzarte NO ES UNA OPCIÓN
o hay discusión que valga.
8. No te enfades con el bebé que llora
Si llora es por alguna razón, así que no empeores la situación gritándole a él o a sus padres. Seguramente estén más agotados de lo que lo estás tú.
9. Recuerda que todo el mundo trata de llegar a un sitio
No eres el centro del universo (ni del avión).
The Huffington Post
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