En los últimos años, probablemente como consecuencia de la crisis,
han surgido numerosas páginas de consumo colaborativo o, lo que es lo
mismo, intercambio de objetos o saberes sin que haya dinero de por
medio. Iniciativas que permiten poder recibir clases de baile a cambio
de masajes, por ejemplo. O de un modo más altruista, donar de objetos o
ropa en buen estado pero que, por razones varias, ya no utilizamos pero
su vida útil todavía no ha terminado.
Esta ancestral forma de entender la vida, que casi había desaparecido en las sociedades avanzadas, ha alcanzado a los viajeros.
Nightswapping
Nightswapping
es una de las iniciativas más completas. Consiste en acoger miembros de
esta comunidad en la habitación de invitados. El propietario puede
estar mientras se recibe la visita o no, según su preferencia de cada
uno. La diferencia con otras opciones es que esas noches (de anfitrión)
se acumulan en una cuenta, que se crea cuando el usuario se registra, y
cada uno decide cuándo y dónde las quiere gastar. Con nightswapping
se garantiza una cama donde dormir y no existe la obligación de viajar a
la casa de nuestro huésped, sino que se pueden gastar las noches en
cualquier otro destino disponible.
Couchsurfing
Aunque ya se ha hablado en varias ocasiones de lo que es el couchsurfing,
siempre es bueno recordarle esta opción a los más despistados. Consiste
en acoger viajeros en el sofá de casa. Cierto es que en muchas
ocasiones se puede acabar durmiendo en una habitación, pero no es lo más
habitual. Entre sus ventajas, Planeta LowCost destaca la posibilidad de
leer comentarios de la gente sobre cómo fue su estancia en el destino
en el que estamos interesados. Al ser una página con una larga
trayectoria, la opinión de inquilinos y caseros puede ayudarnos a elegir
a la hora de encajar nuestras expectativas con las del casero que nos
acoge.
HomeExchange
Esta página web
ofrece la posibilidad de intercambiar tu casa completa. La principal
ventaja es que no hay que convivir con el dueño de la casa, ya que se
intercambia por un periodo de tiempo. Puede ser una alternativa ideal
para familias con niños pequeños, se ahorran kilos de equipaje si la
casa de destino está adaptada a nuestras necesidades.
Airbnb
En este caso, no se trata de consumo colaborativo, sino de alquilar
nuestra casa o la habitación de invitados, a cambio de dinero. Los que
prefieran ir de hotel en sus vacaciones, también pueden alquilar su casa
y disponer de un presupuesto más desahogado.
Huffington Post
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