
National Geographic ha elaborado una lista tan discutible como cualquier otra, pero que nos puede servir de inspiración para los próximos viajes. Veintiuna playas. Quizá las mejores del mundo. O al menos entre las mejores. Estas son.
Playa del Amor, Islas Marietas, México
National Geographic agrupa las tres primeras playas bajo el título de Maravillas Geológicas. Esta es la primera.
Es uno de los mayores atractivos del Pacífico mexicano. Playa Escondida -también conocida como la Playa del Amor-, ubicada en el Parque Nacional Islas Marietas de la Riviera Nayarit, se ha convertido en todo un icono de este destino, al alcance solo de unos pocos. La Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP) ha fijado en 116 el número máximo de personas que podrán visitar la playa cada día. Las excursiones se limitarán a 30 minutos y en la playa sólo podrán estar 15 personas al mismo tiempo por lo que las embarcaciones que lleguen aquí podrán transportar solo a ese mismo número de visitantes. Más información sobre la Paya del Amor.
Anse Source d'Argent, La Digue, Seychelles
En pleno Índico, esta es una de las playas más fotografiadas del mundo, con sus rocas gigantes, las aguas turquesas, la arena blanca y las palmeras y la selva. Se necesita una entrada, de unos 7 euros, que permite cruzar el Parque de la Plantación. Está dividida en varias miniplayas con rocas que invaden la arena y el agua, y palmeras inclinadas sobre la costa, listas para cualquier campaña de publicidad. Con marea alta se llega en bici o andando. Con marea baja se puede llegar bordeando la costa por la playa.
One Foot Island (isla de Aitutaki), Islas Cook
El siguiente apartado en la clasificación de National Geographic se el que llaman Soledad Conmovedora. Desde este punto de vista elegimos One Foot Island, Aitutaki, en las islas Cook.
La isla de Aitutaki -en una de las lagunas más bellas del mundo- está a
40 minutos de vuelo de Rarotonga, y es lo más parecido al concepto
paraíso que tenemos en Occidente. Suele visitarse en una excursión de un
día. «Aguas perfectísimas (de color turquesa, arena fina blanca),
rincones solitarios y el mejor snorkelling de mi vida», recuerda un
viajero.
Lazy Beach, Koh Rong Island, Camboya
A
Lazy Beach se llega por un sendero de 1,5 kilómetros que atraviesa la
jungla y que sale de la playa donde nos deja el ferry al llegar a la
isla. Es una caminata de unos treinta minutos que vale la pena. Junto a
la arena, entre la vegetación, hay bungalós de madera aceptablemente
cómodos. Una vez allí, la tentación de quedarse es perfectamente
descriptible.
Bowman's Beach, Sanibel Island, Florida
Bowman's Beach, Sanibel Island, Florida
El
tecer apartado en la clasificación se titula «Cazadores de conchas». Si
su afición es buscar caracolas (millones de conchas de todas las
variedades imaginables), he aquí una sugerencia: Bowman's Beach, Sanibel
Island, Florida. Llegan a esta orilla procedentes de las corrientes del
Golfo de México. Quienes la conocen se quejan del precio del
aparcamiento (3 dólares la hora) y que puede defraudar si tenemos en
cuenta que aparece en listas como esta. A sus admiradores les gusta la
tranquilidad, la posibilidad de ver delfines y un entorno protegido
quizá más llamativo que el propio arenal.
Shell Beach, Shark Bay, Oeste de Australia
Shell Beach, Shark Bay, Oeste de Australia
Situada en el extremo occidental de Australia,
la Bahía Shark -Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en el año
1991- y sus islas y tierras circundantes poseen tres características
naturales excepcionales: los más vastos (4.800 km²) y ricos herbarios marinos del planeta; una importante población de dugongos;
y una gran abundancia de estromatolitos formados por colonias de algas,
que son una de las formas de vida más antiguas del planeta. La bahía
alberga también cinco especies de mamíferos en peligro de extinción.
Shell Beach está formada por miles de millones de minúsculas conchas. En pocos lugares del mundo, reemplazan a la arena con tanta contundencia. Se halla a 45 minutos en coche de Denham, ciudad en la que alguna vez se han construido edificios con las conchas de la playa.
Cannon Beach, Oregon
Shell Beach está formada por miles de millones de minúsculas conchas. En pocos lugares del mundo, reemplazan a la arena con tanta contundencia. Se halla a 45 minutos en coche de Denham, ciudad en la que alguna vez se han construido edificios con las conchas de la playa.
Cannon Beach, Oregon
Este
nuevo apartado de las 21 mejores playas del mundo, National Geographic
lo titula: «En compañía de perros». Esta playa está a una hora de
Portland, Oregón. Y podemos ir con nuestro perro suelto.
Las formaciones rocasas -espectaculares- son el símbolo de esta zona de
la costa. Muchos de los hoteles y casas rurales cercanas aceptan
también mascotas.
Carmel City Beach, Carmel-by-the-Sea, California
Carmel City Beach, Carmel-by-the-Sea, California
Carmel es una parada perfecta en la ruta entre San Francisco y Los Angeles,
además del hogar del actor Clint Eastwood. La playa, de arena blanca
limpísima, invita a pasear (también con mascotas). En las calles hay un
encantador ambiente bohemio (poetas, músicos, artistas...), además de
mansiones exclusivas y un entorno muy cuidado.
Papakōlea Beach, Hawái
Papakōlea Beach, Hawái
La playa de arena verde de Hawái
es uno de esos espectáculos que merece la pena ver al menos una vez en
la vida. Solo hay cuatro en el mundo. El color de la arena se debe a una
piedra semipreciosa de color verdoso llamada olivino que proviene del
cono de cenizas del volcán
Pu'u Mahana. El cono de ceniza de este volcán, que estalló hace 49.000
años, es rico en olivino, un mineral de silicato que contiene hierro y
magnesio.
Reynisfjara Beach, Islandia
Reynisfjara Beach, Islandia
La
playa de arena negra de Reynisfjara es impresionante, sobre todo los
días soleados, cuando es mayor el contraste entre el suelo y el cielo.
Es la más famosa de Islandia,
probablemente. Lo que vamos a encontrar: agua muy fría (como cabe
suponer), grandes olas (hay que tener precaución con eso), preciosas
formaciones rocosas, acantilados, frailecillos...
Pink Beach. Isla Gran Santa Cruz. Filipinas
Pink Beach. Isla Gran Santa Cruz. Filipinas
Esta playa de Filipinas
-cerca de la ciudad de Zamboanga- es una de las más especiales del
mundo. El color rosado procede de miles de millones de trozos de coral
unidos. El número de visitantes a la isla está regulado, y las reservas
deben hacerse a través de la oficina de turismo en Zamboanga.
Pelican Beach, cayo South Water, Belice
Pelican Beach, cayo South Water, Belice
El siguiente apartado en esta clasificación va dedicado a los aficionados al snorkel.
Esta es una isla de unos cientos de metros, cubierta de arena blanca,
flores tropicales y palmeras, rodeados por el agua cristalina
envolviendo arrecifes de coral. Los cayos, los atolones y el arrecife
son espectaculares en Belice. El arrecife, de 297 km de largo, es enorme. Los cayos son islas localizadas entre tierra firme y el arrecife.
Blue Bay, islas Mauricio
Blue Bay, islas Mauricio
«El
parque marino de Blue Bay es un entorno privilegiado que cuenta con
decenas de especies de peces de colores y centenarios corales. Es un
lugar fantástico para hacer snorkel y submarinismo debido a la claridad
del agua», dice alguien que conoce la zona. «Es el mejor sitio para
hacer snorkeling en todo Mauricio», dice otro viajero.
Cas Abao Beach, Curaçao
Cas Abao Beach, Curaçao
Rodeada por los arrecifes, Curaçao esconde un paraíso subacuático en el Caribe. Allí encontraremos una playa de arena blanca,
aguas claras, palmeras meciéndose y muchas zonas de sombra. Dicen que
es perfecta para los nadadores de todas las edades y sus arrecifes son
un paraíso para los aficionados al snorkel y al buceo. Hay una balsa
para tomar el sol amarrada a la playa. Y un bar, restaurante, duchas,
baños, espacio para masajes...
Playa de Piscinas, Arbus, Cerdeña
Playa de Piscinas, Arbus, Cerdeña
Esta
es una playa larga de arena con dunas bastante altas a la espalda. La
carretera para llegar es larga y sin asfaltar, pero merece la pena.
Llega un momento en que el camino desaparece bajo la arena. Suele haber
bastante gente, aunque desde luego mucho menos que en el resto de
Cerdeña. En días normales puedes estar solo, con muchos metros entre las
sombrillas. El hotel Le Dune Piscinas se alza en plena playa.
ABC
ABC
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