Visitar San Andrés es uno de los placeres que cualquier persona debe darse por lo menos una vez en la vida. La isla más grande del archipiélago se ha convertido en un referente turístico por su amplia diversidad cultural y natural. Y las cifras lo demuestran: tan sólo en 2016, el aeropuerto Gustavo Rojas Pinilla recibió, según Mincomercio, a más de 810 mil pasajeros nacionales y 58 mil extranjeros.
Y es que no es para menos. En los últimos años, San Andrés ha ido cambiando la cara de sus calles y apostando por una infraestructura moderna, que mezcla la tecnología con lo mejor de la cultura caribeña. Eso se puede apreciar cuando se recorre el centro con sus calles dedicadas al comercio y rodeadas de restaurantes que explotan lo mejor de la comida de mar y sus platos típicos.
Una de las aerolíneas que ofrece tiquetes a buen precio es VivaColombia. Pero recuerde que a este valor, sin importar la compañía aérea elegida, hay que sumarle el costo de la tarjeta de turismo –un documento que permite la entrada a la isla–, que asciende a $104.700. En cuanto al hospedaje, la isla goza de una amplia variedad de opciones: desde alquiler de apartamentos y casas, pasando por hostales y hoteles de todos los precios.
La cadena Decameron, por ejemplo, llama la atención con sus paquetes todo incluido. El recién remodelado Isleño, uno de los más reconocidos y grandes de San Andrés, es perfecto para disfrutar en pareja, con los amigos e incluso de negocios, gracias a su amplio centro de convenciones. Adicionalmente, ahora cuenta con varios espacios de esparcimiento y actividades para sus huéspedes.
El Decameron Aquarium es un resort que tiene la mayoría de sus torres sobre el mar. Aunque la playa no está cerca, como en el Isleño, sí posee un gran muelle con un bar, zonas de relajación y acceso a las cálidas aguas del Caribe. En cuanto a la oferta gastronómica, son tres restaurantes: La Bruja, especializado en comida de mar; Thai, de comida oriental, y uno tipo bufé con snacks, que está abierto hasta las 2:00 de la mañana.
El hotel San Luis es uno de los más económicos de la cadena y está ubicado en el extremo sur de la isla. Es un complejo de cabañas al estilo isleño, con amplias zonas de diversión. Cuenta con un club nocturno, dos bares, piscinas –en las que se dan clases de buceo– y tres restaurantes, uno de los cuales es japonés. Su gran atractivo es que queda justo frente a la extraordinaria playa de Sound Bay. Y si lo que quiere es un hotel alejado de la ciudad, está Marazul. Un resort de escenarios únicos en los que los bosques tropicales y la playa generan un cuadro único, ideal para practicar deportes náuticos.
Imperdibles
Una vez en San Andrés no puede dejar de visitar Johnny Cay, conocido también como el islote Sucre, un parque natural en el que puede apreciar la visita de decenas de Iguanas, una playa blanca y pequeñas casetas que ofrecen comida típica y la popular bebida coco-loco. De camino al cayo usted observará el mar de los siete colores.
El cayo Acuario es otro destino que encanta a sus visitantes. A tan sólo 20 minutos de Johnny Cay, tiene una pequeña cabaña que ofrece almuerzos -con mojarra y pardo rojo como plato principal-, casilleros para guardar las pertenencias y lugares en los que venden o alquilan caretas para nadar con diferentes especies de peces y hasta interactuar con mantarrayas. La recomendación: comprar zapatos de playa, pues en Acuario hay muchos erizos que pueden hacerle pasar un momento incómodo.
El Espectador / Yenifer Rodríguez
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