La noticia de que la Selección Colombia participará en la copa de fútbol mundialista del próximo año dejó felices a fanáticos y a viajeros, que tendrán una excusa más para visitar Rusia.
El país europeo –el más grande del mundo con una extensión de 17’075.200 kilómetros cuadrados– celebra además 100 años de la Revolución rusa este mes.
Son estas ocasiones únicas para visitar Moscú, su capital, en donde estructuras soviéticas, caracterizadas por su sobriedad, comparten con las firmas de alta costura francesas e italianas. Además, la momia de Lenin vuelve a ser visible tras meses de restauración. Exposiciones y actos recordarán este momento histórico, que los rusos viven con contradicciones.
Son estas ocasiones únicas para visitar Moscú, su capital, en donde estructuras soviéticas, caracterizadas por su sobriedad, comparten con las firmas de alta costura francesas e italianas. Además, la momia de Lenin vuelve a ser visible tras meses de restauración. Exposiciones y actos recordarán este momento histórico, que los rusos viven con contradicciones.
Descubrir la ciudad
Una buena opción para comenzar a descubrir Moscú es un recorrido a pie gratuito (www.freetour.com). Estos paseos guiados ofrecen una visión general de la historia de la ciudad y un paseo por la plaza Roja y alrededores.
El tour de las 10:45 a. m. arranca todos los días en la plaza de Cirilo y Metodio (quienes crearon el alfabeto cirílico). El circuito pasa la casa original de los Romanov, la basílica de San Basilio y la plaza Roja, terminando en el monumento al soldado desconocido. Al final del recorrido de dos horas, si se está satisfecho, se suele dar una propina al guía que puede rondar los 300 o 600 rublos por persona (de 15.000 a 30.000 pesos colombianos).
En la plaza Roja también pueden contratarse autobuses turísticos (city-sightseeing.com/en/104/moscow) por 1.000 rublos el billete de un día o 1.200 el pase de 48 horas ($ 50.000 y $ 60.000). Da derecho a utilizar las dos líneas que componen el servicio, una que rodea el Kremlin y otra extendida por la ciudad. El servicio ofrece audio en español y es una opción para quien no quiere caminar demasiado.
Plaza Roja y alrededoresEl tour de las 10:45 a. m. arranca todos los días en la plaza de Cirilo y Metodio (quienes crearon el alfabeto cirílico). El circuito pasa la casa original de los Romanov, la basílica de San Basilio y la plaza Roja, terminando en el monumento al soldado desconocido. Al final del recorrido de dos horas, si se está satisfecho, se suele dar una propina al guía que puede rondar los 300 o 600 rublos por persona (de 15.000 a 30.000 pesos colombianos).
En la plaza Roja también pueden contratarse autobuses turísticos (city-sightseeing.com/en/104/moscow) por 1.000 rublos el billete de un día o 1.200 el pase de 48 horas ($ 50.000 y $ 60.000). Da derecho a utilizar las dos líneas que componen el servicio, una que rodea el Kremlin y otra extendida por la ciudad. El servicio ofrece audio en español y es una opción para quien no quiere caminar demasiado.
Cualquiera de estas opciones es interesante para un primer contacto con Moscú, aunque en cualquier caso habrá que regresar a la plaza Roja para ingresar a la basílica de San Basilio, ícono de Moscú con sus cúpulas de colores o recorrer los GUM.
En estos antiguos almacenes del Estado, situados en un precioso edificio en plena plaza Roja, se vendían desde papas hasta helados para el proletariado en la época soviética. Un cuarto de siglo después del fin de la Unión Soviética, se han convertido en un centro comercial donde Dolce Gabbana y otras firmas ocupan sus locales. De aquella época quedan los puestos de helados a 50 rublos ($ 3.000), a los cuales suelen acudir nostálgicos de la época socialista. En cualquier caso, su zona de restaurantes es una socorrida opción para los turistas.
En la plaza, y después de varios meses de reparación, abrió de nuevo sus puertas el Mausoleo de Lenin, donde se puede visitar su momia. Una atracción que merece la pena no dejar de lado, ya que desde la caída del comunismo siempre se debate si hay que enterrar el cuerpo del revolucionario. Una encuesta reciente indica que dos tercios de los rusos estarían por esta opción, por lo que quizás en un futuro el mausoleo deje de formar parte de los tours por la ciudad.
En la misma plaza Roja se puede visitar el Museo Estatal de Historia, para conocer más sobre este país que se extiende desde Europa occidental hasta los confines de Asia.
Dentro del KremlinEn estos antiguos almacenes del Estado, situados en un precioso edificio en plena plaza Roja, se vendían desde papas hasta helados para el proletariado en la época soviética. Un cuarto de siglo después del fin de la Unión Soviética, se han convertido en un centro comercial donde Dolce Gabbana y otras firmas ocupan sus locales. De aquella época quedan los puestos de helados a 50 rublos ($ 3.000), a los cuales suelen acudir nostálgicos de la época socialista. En cualquier caso, su zona de restaurantes es una socorrida opción para los turistas.
En la plaza, y después de varios meses de reparación, abrió de nuevo sus puertas el Mausoleo de Lenin, donde se puede visitar su momia. Una atracción que merece la pena no dejar de lado, ya que desde la caída del comunismo siempre se debate si hay que enterrar el cuerpo del revolucionario. Una encuesta reciente indica que dos tercios de los rusos estarían por esta opción, por lo que quizás en un futuro el mausoleo deje de formar parte de los tours por la ciudad.
En la misma plaza Roja se puede visitar el Museo Estatal de Historia, para conocer más sobre este país que se extiende desde Europa occidental hasta los confines de Asia.
El Kremlin, la fortaleza amurallada sobre la que creció Moscú y sede de la oficina de Vladimir Putin, se puede visitar pagando 500 rublos (unos $ 25.000) por los mayores de 12 años, gratis para los menores. Abre de 10 a. m. a 6 p. m., excepto los jueves, y no existe servicio de audioguía, por lo que los interesados en conocer cada detalle deben contratar una visita guiada o un guía profesional. La entrada a la Armería, que en realidad es un museo donde se encuentran los famosos huevos de Fabergé, o al pabellón de los diamantes tiene un coste extra y las plazas son limitadas, por lo que es mejor reservar las entradas por internet.
Moscú soviético
El parque VDNKh es un reducto estético de los tiempos de la vida comunista. En esta zona, además del gigantesco y comunista hotel Cosmos, se encuentra el Museo del Cosmos y la zona dedicada a los hitos soviéticos en la carrera del espacio. Algunos son que el primer ser vivo (la perra Laika) y el primer humano (Gagarin) en salir al espacio fueron soviéticos. En la entrada del parque también se puede ver la famosa escultura del Obrero y koljosiana.
El parque, que durante invierno es una pista de patinaje y durante el verano una zona verde un tanto decadente, fue una creación de Stalin para demostrar al mundo los logros de la URSS en materia agrícola, en una época en la que millones de rusos murieron de hambre. El parque de la Victoria, donde se recuerda los tiempos de la Segunda Guerra Mundial, o el Búnker 42 (www.bunker42.com/eng) son otros puntos de interés que recuerdan los tiempos de la guerra fría.
Teatro BolshoiEl parque, que durante invierno es una pista de patinaje y durante el verano una zona verde un tanto decadente, fue una creación de Stalin para demostrar al mundo los logros de la URSS en materia agrícola, en una época en la que millones de rusos murieron de hambre. El parque de la Victoria, donde se recuerda los tiempos de la Segunda Guerra Mundial, o el Búnker 42 (www.bunker42.com/eng) son otros puntos de interés que recuerdan los tiempos de la guerra fría.
Dejando a un lado los tiempos de guerras, Moscú ofrece también una vida comercial y cultural interesante. A pocas manzanas del Kremlin, el famoso teatro es una visita obligada para los amantes de este arte. El Bolshoi ofrece óperas y actuaciones de ballet clásico y contemporáneo casi a diario. Los precios oscilan entre $ 150.000 y $ 300.000, comprándolos por la web del teatro (www.bolshoi.ru/en/), y es muy recomendable adquirir con anticipación las entradas, aunque los hoteles y guías suelen ofrecer tiquetes para el mismo día a precios superiores.
Algunas calles peatonales del centro ofrecen restaurantes de todo tipo y vida callejera como Arvad o Nickolskata, así como la calle Petrovska donde se encuentran las tiendas de lujo. Para los amantes de la buena gastronomía y ambiente refinado, el Café Pushkin (cafe-pushkin.ru/en/) es una referencia en la ciudad con música clásica en directo. El menú del día cuesta unos 1.500 rublos ($ 90.000).
Muy visitado también es el mercado popular de Izmailovsky, donde se puede comprar todo tipo de suvenires como los gorros rusos o las matrioskas.
Este es un primer acercamiento a la Rusia más popular, para quienes empiezan a hacer cuentas para el próximo mundial.
Algunas calles peatonales del centro ofrecen restaurantes de todo tipo y vida callejera como Arvad o Nickolskata, así como la calle Petrovska donde se encuentran las tiendas de lujo. Para los amantes de la buena gastronomía y ambiente refinado, el Café Pushkin (cafe-pushkin.ru/en/) es una referencia en la ciudad con música clásica en directo. El menú del día cuesta unos 1.500 rublos ($ 90.000).
Muy visitado también es el mercado popular de Izmailovsky, donde se puede comprar todo tipo de suvenires como los gorros rusos o las matrioskas.
Este es un primer acercamiento a la Rusia más popular, para quienes empiezan a hacer cuentas para el próximo mundial.
Si usted va
Las tarjetas de crédito son ampliamente aceptadas. Las casas de cambio manejan dólares y euros.
Casi todas las cafeterías y hoteles de zonas turísticas ofrecen wifi.
El metro es el mejor sistema de transporte. De los aeropuertos se puede conectar con los principales nodos de metro a través de trenes expresos que cuestan 500 rublos ($ 25.000). Moverse por la ciudad es rápido, barato y una experiencia en sí misma. Un tiquete de metro cuesta 55 rublos ($ 2.700).
Casi todas las cafeterías y hoteles de zonas turísticas ofrecen wifi.
El metro es el mejor sistema de transporte. De los aeropuertos se puede conectar con los principales nodos de metro a través de trenes expresos que cuestan 500 rublos ($ 25.000). Moverse por la ciudad es rápido, barato y una experiencia en sí misma. Un tiquete de metro cuesta 55 rublos ($ 2.700).
El Tiempo
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