En el que se consideraría el barco más lujoso, y que comenzará a navegar en julio del año entrante, la suite de más alto segmento tiene un costo cercano a los US$4.000 por noche (es decir poco más de $10 millones)
Y para los primeros viajes de este crucero que navegará por el mediterráneo muchos de las reservas son de colombianos, “y varias para las habitaciones más costosas”, comentó Christian Sierralta, vicepresidente de ventas internacionales para Latinoamérica y el Caribe, de Regent Seven Seas Cruises.
Solo un ejemplo de que el turismo de lujo está impactando en nuestro país.
Un segmento que si bien sigue siendo, por definición, exclusivo de unos pocos, estos ya podrían acercarse a casi tres millones de personas, según datos de la firma Euromonitor, dados a conocer por la Revista Dinero en diciembre pasado.
Experiencia sin ostentación
Eduardo Espinosa, gerente general de Aves Tour-Carlson Wagonlit, es claro en señalar que el turismo de lujo hoy no es necesariamente aquella persona que busca alojarse en los hoteles siete estrellas ni tampoco montar en limusina.
“El turista de lujo es una persona que ya ha viajado mucho, y busca esos tesoros escondidos en los destinos que incluso ya conoce”. Muchos buscan pequeños hoteles boutique, más cálidos, sin la ostentación de los grandes recibidores.
Una opinión que comparte el periodista y bloguero Juan Uribe (juanuribeviajes.com). “Lujo puede ser esa experiencia distinta que se da en un lugar y solo ahí (...) No siempre el lujo es la habitación del hotel con las sábanas de 40 hilos”, sostiene.
Por ejemplo, ¿consideraría lujoso recorrer Berlín caminando, en bus o en metro? Pues para muchos lo obvio sería que no, pero, revela Eduardo Espinosa, para muchas personas que visitan esta ciudad por negocios, esta forma de conocer a Berlín es una experiencia única, que antes no habían tenido y que les permite meterse a fondo en el destino, en su cultura, y de la que salen transformados. “Eso ellos lo consideran lujo. Una experiencia diferente”, y con un acompañamiento personalizado. No es el tour tradicional y rápido de panorama
Claro, también estan aquellas que son un poco más exóticas como una charla exclusiva con un importante astrónomo, contemplando sobre un tapete en la arena del desierto de Gobi el cielo nocturno. O compartir una cata y una cena en un castillo en Italia.
Destinos de lujo aquí y afuera
Como
experiencias únicas. Juan Uribe señala algunos destinos de lujo. Alto
de La Aurora, en Casanare; Punta Taroa o Punta Gallina, en La Guajira. Y
afuera podría ser una vuelta al mundo en un Airbus originalmente para
300 pasajeros, adaptado para no más de 70 sillas, aterrizando en los
destinos que sus ocupantes elijan y con todas las comodidades y los
mejores lugares de alojamiento, comidas, cultura y compras, atención
personalizada y exclusiva, es la propuesta desde Aves Tours.
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