Playas paradisíacas, naturaleza pura y una capital antigua y moderna a la vez.
Desde el aire, antes de aterrizar en San Juan
de Puerto Rico, el paisaje enamora con el contraste de sus aguas
cristalinas, azules y verdes, en medio de una exuberante geografía llena
de bosques tropicales, manglares, ríos y cascadas. Siendo la
isla más pequeña de las Antillas Mayores (con 9.104 kilómetros
cuadrados) encierra una variedad de atractivos que la convierten en un
destino perfecto: varias de las mejores playas del mundo –como
Flamenco, en la Isla Culebra–, aventura, naturaleza virgen y una capital
que se mueve entre las nostalgias de sus calles coloniales y la
sofisticación de la modernidad.
Puerto Rico está viviendo actualmente la mejor temporada turística de su historia.
En el 2014 recibió cerca de 4,5 millones de visitantes. Y cada vez son
más los colombianos que viajan de vacaciones a esta isla. En el 2014
fueron más de 5.000, un incremento del 35 por ciento respecto al año
anterior.
Publicidad
El Viejo San Juan
Recorrer el Viejo San Juan es como visitar un
museo al aire libre. Es hacer un viaje al pasado por sus calles
adoquinadas y construcciones históricas de los siglos XVI y XVII,
cuidadosamente preservadas y llenas de color. La mejor manera de
conocer el Viejo San Juan es caminar desde el Paseo de la Princesa, en
pleno centro histórico, bordeando el mar y una extensa muralla tostada
por el sol. Desde allí hacia arriba aparecen las casonas de colores, las iglesias, los cafés, los restaurantes y las plazas.
El camino lleva fácilmente al viajero por los
lugares más visitados, entre estos, la Calle de las Monjas y la catedral
de San Juan con su fachada blanca y dos gigantes fortificaciones que
resaltan a la distancia, bordeadas por el muy azul océano Atlántico: el
castillo de San Felipe del Morro y el fuerte de San Cristóbal. Vale la
pena entrar a conocer estas construcciones, donde se transportará
fácilmente a la época de la Colonia y le contarán historias de
colonizadores españoles y piratas.
Pasará por la Plaza de Armas, repleta de
palomas; se fascinará con las tiendas de artesanías y con las galerías
que exhiben máscaras y coloridos cuadros caribeños. San Juan también cautiva con su gente: los boricuas son simpáticos y hospitalarios, y hablan español e inglés. Es común encontrarse una parranda en las plazas de la ciudad, y no se sorprenda si lo invitan a bailar.
Hay que recordar que Puerto Rico es un estado asociado a Estados Unidos desde 1911, por lo tanto la economía y los sistemas administrativos y de gobierno se manejan bajo el modelo estadounidense.
Tour de playas
La isla de Puerto Rico es famosa por sus
playas de arena blanca, bañadas por un mar cristalino y de colores que
se mueve entre el azul claro y el verde esmeralda. Si se hospeda en Condado, en la zona más moderna de San Juan, seguramente su hotel tendrá acceso a una buena playa.
Una de las playas más visitadas es El
Escambrón, en la zona de Puerta de Tierra. Desde allí se aprecian en
todo su esplendor los fuertes y castillos que custodian al Viejo San
Juan. Y en el área turística de Condado, Ocean Park es un auténtico paraíso de preciosas aguas azules, ideales para practicar windsurf y kitesurf.
Quienes quieran playas más tranquilas pueden
ir a Isla Verde, a cuarenta minutos del centro. Donde además se pueden
dar un paseo entre los manglares. Muy cerca está el balneario de Carolina, ideal para compartir en familia.
Para aquellos que buscan un poco más de
exclusividad se recomienda visitar las islas de Culebra o Vieques,
dueñas de varias de las playas más lindas no solo de Puerto Rico, sino
del mundo. Son playas solitarias, rodeadas de naturaleza verde. Para
llegar hay que tomar una excursión o un vuelo en avioneta desde San Juan
(los vuelos cuestan, en promedio, 80 dólares). También se puede ir en
ferri, pero el traslado dura cuatro horas; sale desde Río Piedras, a
media hora de San Juan.
Placer para el paladar
Hay desde puestos callejeros donde venden empanadas y otros platos típicos, hasta restaurantes para cenar a manteles. En
San Juan se pueden probar los sabores del país, como el delicioso
mofongo o el trifongo: platos a base de plátano macerado, chicharrón y
ajo. Cualquier tipo de carne (pescado, pollo, res) lo acompañan
con arroz y plátano. También vale la pena probar el arroz mamposteao
(con arvejas, poroto o fríjol y ajo) y con gandules (especie de arveja)
seguido de un exquisito flan de vainilla con queso o coco; o con un
‘tembleque’, una mezcla de leche de coco, maicena y canela.
Tampoco deje de probar la famosa piña colada, bebida que precisamente fue inventada en esta ciudad.
La puede disfrutar en cualquier bar o restaurante, pero la más
recomendada es la que preparan en La Barrachina, donde una placa pegada
en la pared testifica que allí fue donde nació el coctel.
En los mercados de Santurce o el mercado Urbano, se degusta lo mejor de la cocina puertorriqueña, a muy buenos precios.
Adrenalina en Toro Verde
Ubicado en la población de Orocovis, a una hora de San Juan, este parque ecoturístico ofrece aventuras para toda la familia, pero sobre todo, para los amantes de las aventuras extremas.
Incluye un circuito de ‘canopys’ de diferentes alturas, distancias y
recorridos, además de puentes colgantes, miradores y senderos para
caminar.
‘La Bestia’ es el nombre de su
principal cable de vuelo: mide 1.400 metros de longitud y está
certificado como el segundo más largo del mundo. Los intrépidos
visitantes son enviados de cabeza, con un traje especial -obviamente
con todas las medidas de protección del caso- mientras a toda velocidad
observan un bosque tupido de árboles frondosos. La altura es de 258
metros.
Las excursiones salen a las 8:00 a. m. desde
San Juan y regresan a las 3:00 p. m. Costo: desde 80 dólares. Incluye
transporte y almuerzo
Para los amantes de las compras
La isla presume de tener la oferta de compras más completa del Caribe. Recientemente
abrió sus puertas el Mall de San Juan, el centro comercial
especializado en tiendas de lujo más importante de la región.
El nuevo espacio, diseñado para reflejar la
rica cultura y herencia histórica de San Juan con aire contemporáneo,
incorpora firmas como Saks Fith Avenue y Nordstrom, hasta ahora solo
disponibles en Estados Unidos. Con una superficie de 650.000
metros cuadrados, a estas marcas se suman tiendas de reconocidos
diseñadores como Versace, Jimmy Choo o Louis Vuitton, que se combinan con espacios gastronómicos únicos. Un casino y un hotel completan las instalaciones.
El Mall de San Juan se une así a la amplia
oferta que combina compras y lujo, tan propia de Puerto Rico. Desde
centros comerciales como el Plaza de las Américas, el más grande de la
región y donde se consiguen muy buenos precios –al estilo de Miami y
Orlando– hasta talleres de diseñadores locales.
Hacienda Carabalí
Entre El Yunque (Bosque Nacional) y en medio
del océano Atlántico, los viajeros encuentran un rancho en el que los
reciben con un menú de opciones para divertirse y disfrutar la
naturaleza nativa. Los amantes de los caballos podrán cabalgar entre bosques y cerros hasta llegar a la playa.
Los más aventureros podrán conocer la hacienda en 'four tracks'
(cuatrimotos). Hay que ir dispuesto a mojarse y a atravesar pantanos.
Si usted va…
Visa. Por ser un estado asociado a Estados Unidos, para viajar a Puerto Rico es necesario tener visa estadounidense.
Dinero. La moneda oficial es el dólar.
Hospedaje. Entre la infraestructura hotelera de San Juan se destaca el Hyatt Place Bayamon, un hotel para descansar y dejarse consentir.
Transporte. Las carreras en taxi son costosas. La
mínima cuesta 15 dólares. Pero es fácil moverse en transporte público
(guaguas); el pasaje cuesta 75 centavos de dólar, pero hay que pagar en
monedas. Si dispone de varios días y quiere conocer diferentes lugares,
alquilar un carro es buena opción.
Rumba. Para escuchar o bailar salsa, un plan imperdible en San Juan, se recomiendan los bares Nuyorican Café y Latin Roots.
Daniel Romero
Especial para Viajar
Especial para Viajar
No hay comentarios.:
Publicar un comentario