Cada vez que viajas fuera del país, escuchas las típicas anécdotas terribles de las facturas telefónicas. Empiezas a desconfiar y a imaginar tu factura con una larga fila de ceros en el total. Al final, optas por no utilizar el teléfono o hacerlo sólo cuando tienes WiFi para no tener un costo adicional en tu tarifa móvil.
EL TEMIDO ROAMING
Dependiendo del destino al que viajemos, tendremos que pagar un importe u otro al recibir llamadas o navegar por internet. Esto es un sobrecoste conocido como roaming, que se aplica cuando un usuario utiliza su teléfono móvil a través de una red de comunicaciones de un país extranjero.
Entre países de la Unión Europea el coste es menor. El minuto de llamada ronda en torno a 23 céntimos el minuto y 7 céntimos el envío de SMS, precios que dependen de la tarifa y la compañía contratada. Por otra parte, si se usa en un país que no es miembro de la Unión Europea, el coste es mucho mayor, pudiendo llegar a 3 euros por minuto de llamada y 50 céntimos por establecimiento. ¿Cómo controlo mi gasto de teléfono en el extranjero?
Controlar el coste de la tarifa de voz fuera de nuestras fronteras, es una tarea “sencilla” ya que uno mismo sabe cuándo llama y cuánto tiempo dura la llamada. Si quieres ahorrar, evita que el asunto se alargue. Pero vigilar el de consumo de datos es una labor más complicada, ya que uno no sabe cuánto gasta si navega en una página web determinada.
Por tanto, lo fundamental es controlar el tipo de uso que se hace con el móvil, para evitar sorpresas desagradables en el importe total de la factura.
- 1. El primer paso es llamar lo justo y necesario y tener en cuenta que en el extranjero se paga también por recibir una llamada. Esto es así, porque la persona que te llama puede no saber que te has marchado fuera del país, con lo que será uno mismo el que asuma el coste del tramo internacional de la llamada.
- 2. La segunda tarea, y una de las más importantes, es desconectar los datos móviles, ya que si no se utiliza el servicio no se gastará nada. No hay que confiarse, no sirve con no abrir las páginas web ni aplicaciones, porque hay servicios que utilizan la conexión de datos de manera autónoma, como por ejemplo las actualizaciones en segundo plano. Así, si no quieres utilizar el servicio de roaming en itinerancia, lo mejor es desactivar la función de datos móviles del teléfono desde el momento en el que comienzas a viajar.
- 3. Recurrir a las redes WiFi si quieres seguir utilizando el móvil sin gastar de más. Éstas se pueden encontrar en restaurantes, autobuses y hasta en la vía pública, dependiendo del país. De esta forma también podrás comunicarte con quien quieras sin gastar tarifa de voz. Basta con tener descargada aplicaciones como Skype o Line, con las que podrás comunicarte a través de internet sin gastar dinero. Aun así hay que estar seguro de que estamos conectados a una red WiFi y comprobar que no nos están cobrando por realizar llamadas.
- 4. Por último, acude a tu compañía y solicita una buena tarifa de teléfono que se ajuste a tu necesidad para viajar al extranjero.
Tomar las medidas adecuadas es esencial para no llevarnos sorpresas, por lo que si tu compañía no te ofrece la tarifa que cubra tus necesidades en el extranjero, siempre está la opción de cambiar de compañía de telefonía móvil y solicitar ofertas. De esta forma, todos tus gastos estarán controlados. Recuerda que también las llamadas con prefijo 902 afectan en el importe total, por lo que si las realizas con frecuencia, debes aplicar otras alternativas para que esto no ocurra.
Huffington Post
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