Aunque las famosas Escaleras Haiku —también conocidas como Stairway to Heaven (Escalera al cielo, como el título de la canción de Led Zeppelin)— han estado cerradas al público durante más de 30 años, siguen formando parte de la lista de lugares imprescindibles de Hawai, ya que atraen a excursionistas de todo el mundo que las recorren de manera ilegal.
Tras una devastadora tormenta que tuvo lugar en febrero su futuro está en peligro, pero un grupo de residentes en Hawai está decidido a salvarlas.
Los voluntarios son parte de una organización sin ánimo de lucro llamada Friends of Haiku Stairs (Amigos de las Escaleras Haiku), que ha contribuido a su mantenimiento durante años quitando plantas invasoras y con proyectos de preservación. Mientras la Junta de Honolulu de Abastecimiento de Agua (dueña del lugar donde están ubicadas) calcula cuánto costaría desmantelarlas, los voluntarios están movilizándose para buscar una alternativa.
La asociación quiere reparar los daños, establecer un sistema de gestión de las escaleras y cobrar tanto a los visitantes como a los locales por subir a ellas. Según sus planes, los turistas tendrían que pagar 100 dólares (unos 93 euros) y los residentes, diez (9,3 euros). Estas tarifas financiarían los costes de mantenimiento para que esta atracción fuera autosuficiente.
Los voluntarios creen que los visitantes estarían más que dispuestos a pagar una entrada por poder realizar la ruta por estas escaleras. Las penas para quienes se cuelan van desde los 600 dólares (558 euros) de multa a los seis meses de cárcel.
"Es completamente ridículo gastar todo ese dinero para quitar lo que es un tesoro nacional", contó Vernon Ansdell, presidente de la organización, al Honolulu Civil Beat tras la tormenta de febrero.
Aunque subirlas es ilegal —y bastante duro físicamente— Friends of Haiku Stairs sostiene que no es peligroso. "En realidad son increíblemente seguras. No puedes perderte en ellas", aseguró Andsell a KHON2. "Es cuando vas por fuera es cuando ocurren las cosas malas".
De hecho, a menudo los caminantes intentan subir a ellas a primeras horas de la mañana para evitar a los vigilantes, atravesando una barriada tranquila para comenzar su ascenso en la oscuridad. Regular el acceso a las escaleras haría la caminata más segura y menos molesta para los residentes de los alrededores.
Muchos ven las escaleras no sólo como una manera incomparable de ver el lado de barlovento de Oahu, sino como una parte única de la historia de Hawai. Y, según la asociación, podrían y deberían ser parte del futuro del estado.
Texto: Huffington Post - Fotos: Instagram
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