Este destino del Meta sorprende por fuera y por dentro con su exótica fauna.
Así se ve la 'Macarenia clavigera',
la planta que pinta de colores este río. Está prohibido tocarla, pero se
puede ver con cuidado.
|
Caño Cristales impacta a simple vista con esas
plantas rosadas y rojizas (la Macarenia clavigera) que pintan el río en
medio de piedras de todas las formas posibles. Su vegetación espesa y
exuberante y el cielo pintado de diferentes azules completan esta escena
inolvidable.
Pero si desde afuera se ve espectacular, los secretos que se revelan bajo el agua quitan el aliento.
Ir al Parque Nacional Natural sierra de La Macarena, en el departamento del Meta, y no sumergirse en el río es quedar con una deuda eterna.
Ir al Parque Nacional Natural sierra de La Macarena, en el departamento del Meta, y no sumergirse en el río es quedar con una deuda eterna.
Cerca del salto del Águila o de la cascada de
la Piedra Negra (los lugares más altos en los que admiten turistas) es
posible sumergirse en jacuzzis y piscinas formadas naturalmente.
La formación de las rocas, la mayoría
redondas, permiten que dentro de ellas se acumule gran cantidad de agua,
en la que es posible sumergirse.
Un grupo de viajeros japoneses, encantados con la naturaleza del destino. |
En la parte superior del salto, sobre todo con
el paso del caudaloso río, estos pozos se hacen más hondos y es posible
nadar dentro de ellos y ver sus rocas marrones y rojizas como paredes
rústicas esculpidas por la naturaleza.
A estos pozos naturales, unos más grandes que
otros, se los denomina marmitas de gigante, y son formaciones que se
generan gracias a los giros que dan los fragmentos de las rocas cuando
son arrastrados por la corriente, los cuales van dando profundidad al
pozo.
Aunque se ven a lo largo del recorrido, en
especial en la zona llamada Los Ochos, solo es posible sumergirse en
algunos. Recuerde que esta zona es un área protegida por Parques
Nacionales Naturales, y por eso es importante preguntar qué está
permitido hacer.
Actualmente no se permite nadar o pasar sobre
las coloridas plantas que caracterizan a Caño Cristales, como medida de
protección de las especies. Pero si es curioso, y si sumerge su careta a
una distancia prudente, podrá verlas como algodones que se mueven al
vaivén del agua. Una opción para tenerlas cerca, pero con cuidado, es
visitar la piscina del Turista.
No puede faltar una visita a la cascada de los
Cuarzos, que tiene sus encantos: es fuerte, cristalina y sus chorros
regalan un masaje natural. Allí, un pequeño pozo de agua permite un
refrescante baño y, además de peces, los nativos dicen que es posible
encontrar cuarzos en el fondo del río.
La siguiente parada debe ser en Pailones,
donde termina el cauce. Es el área más selvática y húmeda del destino.
Al recorrerla se ve la Macarenia clavigera, esta vez de color verde,
pues la sombra de los árboles no permite que reciba suficiente luz para
que se pinte de rojo.
Para finalizar esta experiencia, y tras
caminar durante casi 15 minutos, se encuentra una piscina natural,
quizás la más grande del recorrido, donde es posible lanzarse desde las
piedras, ir al fondo del río, ver más especies de peces y formaciones
rocosas.
Sin duda, un paraíso colombiano que enamora por dentro y por fuera.
El Tiempo
No hay comentarios.:
Publicar un comentario