Desde grandes capitales europeas hasta pequeñas ciudades españolas, los destinos perfectos para vivir -o revivir- el amor
Roma
Los impresionantes monumentos y restos arqueológicos de la ciudad de Roma la convierten en una de las urbes más visitadas del mundo. La «Ciudad Eterna» esconde detrás de cada esquina monumentos que convierten el paseo en una viaje por el tiempo. De obligada visita
es el Coliseo, el Foro, la Plaza del Capitolio, La Fontana de Trevi; el
Panteón de Agripa, el Barrio del Trastevere, el Castillo Sant'Angelo,
las Catacumbas, el Arco de Constantino y por qué no, probar suerte en la
Boca de la Verdad, una enorme máscara de mármol de la que se cuenta que
mordía la mano de aquél que mentía.
Roma es además el corazón geográfico de la Religión Católica, y la única ciudad del mundo que tiene en su interior un Estado extranjero, el enclave de la Ciudad del Vaticano.
Roma es además el corazón geográfico de la Religión Católica, y la única ciudad del mundo que tiene en su interior un Estado extranjero, el enclave de la Ciudad del Vaticano.
París
Hablar de París es recordar sus luces,
la arquitectura y el arte, y no solo en el interior de los museos sino
en sus calles, plazas y cafés. Febrero es, sin duda, un buen mes para
visitar la ciudad y disfrutar de una escapada romántica visitando los
monumentos más famosos y admirados del planeta: la Torre Eiffel, Notre Dame,
la Avenida de los Campos Elíseos, el Arco de Triunfo, el ex Hospital de
Los Inválidos, el Panteón, el Arco de la Defensa, la Ópera Garnier o el
barrio de Montmartre, cuna de los impresionistas de la bohemia parisina del siglo XIX, con la Basílica del Sacré Cœur.
Para aquellos que disfruten del arte en todas sus vertientes, París les encandilará. La capital de Francia cuenta con más de 150 museos entre los que destacan el Museo de Orsay, el Pompidou y por su puesto el Louvre, el museo más visitado del mundo, que guarda entre sus muros joyas como La Gioconda de Leonardo da Vinci, Las Bodas de Caná de Veronés o La Venus de Milo de la Antigua Grecia.
Berlín
Para pasear en pareja (con amigos o en solitario) nada mejor que hacerlo en el Unter den Linden, el principal bulevar de la ciudad que permite recorrer en 1,5 kilómetros desde la plaza de París -en el lado oeste de la puerta de Brandeburgo- hasta el puente de Schlossbrücke que sirve de unión con la Isla de los Museos y el centro este de Berlín.
Fundada en el siglo XII como un pequeño pueblo pesquero es en la actualidad la ciudad más grande del país, y un gran centro financiero y cultural.
Entre sus características destacan sus «coffee shops» donde se venden pequeñas cantidades de marihuana para consumir en el local o su barrio rojo, color de las luces que iluminan los locales donde se exhiben, en una especie de escaparates, las prostitutas que trabajan legalmente en esta zona de la ciudad.
Para aquellos que disfruten del arte en todas sus vertientes, París les encandilará. La capital de Francia cuenta con más de 150 museos entre los que destacan el Museo de Orsay, el Pompidou y por su puesto el Louvre, el museo más visitado del mundo, que guarda entre sus muros joyas como La Gioconda de Leonardo da Vinci, Las Bodas de Caná de Veronés o La Venus de Milo de la Antigua Grecia.
Londres
La ciudad de Londres es uno de los clásicos para San Valentín y es que aunque no tenga la luz de París o el clasicismo de Roma, Londres tiene un encanto que la convierte en especial. Situada a orillas del río Támesis, es la ciudad cosmopolita por excelencia.
El núcleo antiguo de la ciudad, la City que conserva su perímetro
medieval es uno de los lugares más agradables para pasear. El Palacio y
la Abadía de Westminster, La Torre de Londres, el Palacio de Buckingham, el Big Ben, el Puente de Londres,
la catedral de San Pablo o el cambio de Guardia son algunos de los
destinos que no se puede perder ningún visitante. Para aquellos que les
gusten las alturas, la London Eye, ofrece una panorámica con las mejores
vistas de la ciudad.
Berlín
Visitar Berlín es ya de por sí un lujo. Son muchos los turistas que recorrer sus calles cargadas de historia y se fotografían en lugares claves como la Puerta de Brandenburgo,
el Reichstag, sede del parlamento federal llamado Bundestag, la torre
de la iglesia Kaiser-Wilhelm-Gedächtniskirche o junto a alguno de los fragmentos del muro que durante 28 años dividió la ciudad.
Para pasear en pareja (con amigos o en solitario) nada mejor que hacerlo en el Unter den Linden, el principal bulevar de la ciudad que permite recorrer en 1,5 kilómetros desde la plaza de París -en el lado oeste de la puerta de Brandeburgo- hasta el puente de Schlossbrücke que sirve de unión con la Isla de los Museos y el centro este de Berlín.
Amsterdam
La ciudad holandesa Amsterdam, conocida como la Venecia del norte, es una escapada perfecta para hacer en pareja y disfrutar de sus 75 kilómetros de canales cruzados por más de 1.000 puentes o con su tradicional forma de recorrer la ciudad: la bicicleta.
Fundada en el siglo XII como un pequeño pueblo pesquero es en la actualidad la ciudad más grande del país, y un gran centro financiero y cultural.
Entre sus características destacan sus «coffee shops» donde se venden pequeñas cantidades de marihuana para consumir en el local o su barrio rojo, color de las luces que iluminan los locales donde se exhiben, en una especie de escaparates, las prostitutas que trabajan legalmente en esta zona de la ciudad.
Budapest
Budapest, capital de Hungría y
conocida como «La perla del Danubio» es una de las ciudad más bonitas
de Europa. Sus calles están repletas de encanto, sus clásicos edificios y
sus largos puentes hablan sobre la historia de una ciudad que hasta
1873 el río dividía en dos, las ciudad de Buda y Pest.
El turista no puede dejar de visitar el Parlamento, el tercero más grande del mundo y el edificio más representativo de Budapest; el Castillo de Buda o Palacio Real, sin duda una de las imágenes más conocidas de la urbe o el Puente de las Cadenas el más antiguo de Budapest.
El turista no puede dejar de visitar el Parlamento, el tercero más grande del mundo y el edificio más representativo de Budapest; el Castillo de Buda o Palacio Real, sin duda una de las imágenes más conocidas de la urbe o el Puente de las Cadenas el más antiguo de Budapest.
Viena
Viena, situada a orillas del Danubio,
al pie de las primeras estribaciones de los Alpes, es una de las
ciudades más bellas y antiguas de las capitales Europa y cuenta con un
importante patrimonio artístico además de ser una de las grandes capitales musicales del mundo.
El turista no puede perderse el Palacio Hofburg, que fue durante más de 600 años el lugar de residencia de los Habsburgo y hoy en día es el monumentos más visitado de Viena; la Ringstrasse, la avenida más importante de la ciudad por donde pasearon su amor el emperador Francisco José I y Sissi o el Palacio de la Ópera.
El turista no puede perderse el Palacio Hofburg, que fue durante más de 600 años el lugar de residencia de los Habsburgo y hoy en día es el monumentos más visitado de Viena; la Ringstrasse, la avenida más importante de la ciudad por donde pasearon su amor el emperador Francisco José I y Sissi o el Palacio de la Ópera.
Praga
Desde el barrio del Castillo a la Plaza de la Ciudad Vieja muchos son los visitantes que escogen las calles de la ciudad de Praga para pasear entre pequeñas callejuelas y centenares de puestos ambulantes.
El corazón de Praga tiene un encanto especial y merece la pena tomarse su tiempo para saborear cada uno de los detalles de sus edificios y detenerse en alguno de los muchos restaurantes, bares o cafés a degustar su cerveza y gastronomía típica.
El antiguo Castillo de Praga, el Callejón de Oro, el Puente de Carlos, que conecta las dos orillas de la ciudad dividida por el río Moldava, o la plaza de la Ciudad Vieja, una de las más bellas de Europa cuyos orígenes se remontan al siglo VIII, convierten a Praga en una de las mejores elecciones para viajar en Semana Santa
Merece la pena visitar la Ciudad Nueva hasta llegar a la Plaza de Wenceslao, lugar de importantes acontecimientos de la historia reciente de la República Checa.
El corazón de Praga tiene un encanto especial y merece la pena tomarse su tiempo para saborear cada uno de los detalles de sus edificios y detenerse en alguno de los muchos restaurantes, bares o cafés a degustar su cerveza y gastronomía típica.
El antiguo Castillo de Praga, el Callejón de Oro, el Puente de Carlos, que conecta las dos orillas de la ciudad dividida por el río Moldava, o la plaza de la Ciudad Vieja, una de las más bellas de Europa cuyos orígenes se remontan al siglo VIII, convierten a Praga en una de las mejores elecciones para viajar en Semana Santa
Merece la pena visitar la Ciudad Nueva hasta llegar a la Plaza de Wenceslao, lugar de importantes acontecimientos de la historia reciente de la República Checa.
Venecia
De Venecia se dice que es la ciudad más romántica de Italia. Construida en un archipiélago de 118 pequeñas islas junto al mar Adriático, es famosa en el mundo por sus 150 canales. Las islas están conectadas por unos 400 puentes y sus canales componen un gran entramado a modo de calles que parten del Gran Canal.
Pocas cosas son más románticas para celebrar el Día de los Enamorados que pasear en góndola por los canales venecianos, disfrutar de los edificios barrocos y renacentistas y pararse a tomar una copa de vino en el bar Do Spade, cerca del Puente de Rialto, donde el famoso Casanova se encontraba con sus amantes.
A pie, la ciudad permite agradables paseos para contemplar y fotografiar sus puentes, callejuelas y palacios. Al caer el día, una parada en la Plaza de San Marcos con la basílica del mismo nombre y el Palacio Ducal. Sin duda un viaje muy especial para hacer en pareja.
ABC
Pocas cosas son más románticas para celebrar el Día de los Enamorados que pasear en góndola por los canales venecianos, disfrutar de los edificios barrocos y renacentistas y pararse a tomar una copa de vino en el bar Do Spade, cerca del Puente de Rialto, donde el famoso Casanova se encontraba con sus amantes.
A pie, la ciudad permite agradables paseos para contemplar y fotografiar sus puentes, callejuelas y palacios. Al caer el día, una parada en la Plaza de San Marcos con la basílica del mismo nombre y el Palacio Ducal. Sin duda un viaje muy especial para hacer en pareja.
Sevilla
Enclavada a orillas del río Guadalquivir, Sevilla
es el destino perfecto para aquellas parejas que buscan una ciudad
alegre con un casco histórico, que alberga un interesante conjunto de
construcciones declaradas Patrimonio Mundial y barrios de hondo sabor
popular, como el de Triana o La Macarena.
Para descubrir la capital andaluza no se puede dejar de visitar la Catedral que se alza en el emplazamiento de lo que, en el siglo XII, era la Gran Mezquita, de la que se conserva su alminar, conocido como la Giralda; el Real Alcázar, un conjunto de palacios rodeados por una muralla; La Plaza de España, que se construyó con motivo de la Exposición Iberoamericana de 1929; el Parque de María Luisa; la Torre del Oro o el Archivo General de Indias.
Todo esto sin olvidar las numerosas terrazas, y bares en los que poder practicar una de las costumbres más arraigadas y sabrosas de la ciudad: el «tapeo».
Para descubrir la capital andaluza no se puede dejar de visitar la Catedral que se alza en el emplazamiento de lo que, en el siglo XII, era la Gran Mezquita, de la que se conserva su alminar, conocido como la Giralda; el Real Alcázar, un conjunto de palacios rodeados por una muralla; La Plaza de España, que se construyó con motivo de la Exposición Iberoamericana de 1929; el Parque de María Luisa; la Torre del Oro o el Archivo General de Indias.
Todo esto sin olvidar las numerosas terrazas, y bares en los que poder practicar una de las costumbres más arraigadas y sabrosas de la ciudad: el «tapeo».
Marbella
Marbella es uno de los centros turísticos más importantes de la Costa del Sol donde la diversión y el descanso están garantizados por unas infraestructuras de primer nivel.
Su excelente clima. sus playas, campos de golf o su parte histórica con bellos rincones de sabor típicamente andaluz, casas encaladas y naranjos que engalanan calles y plazas, son el reclamo perfecto para aquellas parejas que quieran disfrutar de un San Valentín en la costa.
Al caer la noche -durante el día la animación también está asegurada- Puerto Banús, es uno de los principales focos de atracción turística. Alberga una exclusiva zona de ocio dentro de las excelentes instalaciones de su puerto deportivo.
Su excelente clima. sus playas, campos de golf o su parte histórica con bellos rincones de sabor típicamente andaluz, casas encaladas y naranjos que engalanan calles y plazas, son el reclamo perfecto para aquellas parejas que quieran disfrutar de un San Valentín en la costa.
Al caer la noche -durante el día la animación también está asegurada- Puerto Banús, es uno de los principales focos de atracción turística. Alberga una exclusiva zona de ocio dentro de las excelentes instalaciones de su puerto deportivo.
Valencia
a ciudad de Valencia reune todos los requisitos para disfrutar de un fin de semana de descanso, turismo y ocio. De imprescindible visita es la Catedral de Valencia, de estilo gótico pero edificada sobre la antigua mezquita, es el gran templo de Valencia, y su torre del Miguelete, uno de los símbolos de la ciudad. Tampoco puede faltar un paseo hasta La Lonja de la Seda del siglo XV o la Ciudad de las Artes y de las Ciencias uno de los mayores complejos de divulgación científica y cultural de Europa formada por el Hemisfèric o el Oceanogràfic.
Por su localización, Valencia ha sido históricamente puerta de España al Mediterráneo, y cuenta con el encanto especial de las ciudades que son puerto de mar. Destacan las playas de La Malvarrosa y Levante que disponen de una variada oferta complementaria de lugares donde comer y disfrutar de una velada junto al mar. Al sur, la naturaleza se hace más presente en la playa del Saler y en el Parque Natural de L’Albufera, donde se puede gozar del sol en un paraje singular.
Por su localización, Valencia ha sido históricamente puerta de España al Mediterráneo, y cuenta con el encanto especial de las ciudades que son puerto de mar. Destacan las playas de La Malvarrosa y Levante que disponen de una variada oferta complementaria de lugares donde comer y disfrutar de una velada junto al mar. Al sur, la naturaleza se hace más presente en la playa del Saler y en el Parque Natural de L’Albufera, donde se puede gozar del sol en un paraje singular.
ABC
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