Aruba, el paraíso que ya no les exige visa a los colombianos

Playas de arena blanca bañadas por un mar cristalino, descanso y aventura en este destino caribeño.

Tras un vuelo de apenas hora y media, desde Bogotá, se llega a ese paraíso caribeño que es Aruba. Uno de los destinos preferidos por los colombianos que buscan vacaciones de sol y playa, a donde desde diciembre del 2015 podemos viajar sin visa.

El 'jetlev' es una moderna práctica que les permite a los turistas 'volar' sobre el mar.

Según la Oficina de Turismo de la isla, el año pasado fueron 20.716 los turistas colombianos que escogieron a Aruba como destino. Y para el 2016, sin el requisito del visado, se espera un incremento del 30 por ciento.

Las playas de arena blanca y el mar cristalino son sus principales encantos. Pero hay mucho más: hotelería de lujo, gastronomía, aventura, buceo y naturaleza virgen y exuberante. De todo, para unas vacaciones inolvidables.

Buceando o careteando se puede apreciar la riqueza marina y los naufragios de aviones y barcos antiguos. Además de maravillas naturales como estrellas de mar, peces loro y variedad de corales, quienes se aventuran a explorar el mundo marino descubrirán los restos del carguero alemán Antilla.

Entre las playas largas, anchas y solitarias que hay en toda la isla, una de las favoritas es Arashi, ubicada a lo largo de la costa occidental.

Por su conservada y rica reserva coralina, Aruba es uno de los principales destinos del Caribe para la práctica del buceo.

La oferta hotelera es de primera calidad y muchos viajeros prefieren quedarse en sus instalaciones, pues la mayoría tiene acceso a playas y ofrece atenciones de lujo.
Pero quienes quieren explorar el destino deben salir a caminar por las calles coloridas de Oranjestad -capital de la isla- repletas de locales comerciales, restaurantes y bares, y con una conservada arquitectura que habla de su herencia holandesa.

La estructura Fort Zoutman, construida en 1796 y donde se aloja el Museo Nacional de Historia de Aruba, es uno de los lugares que vale la pena conocer.

Otro lugar donde vale la pena detenerse es el monumento a Betico Croes, el hombre que trabajó toda su vida para que la isla lograra, hace 20 años, ser reconocida como una entidad separada (estatus aparte) dentro del Reino de los Países Bajos.

El árbol de Divi-Divi, siempre inclinado, crece sobre las playas y es uno de los símbolos de Aruba.

También hay que ver el faro California, de 30 metros de altura, y de cuya historia no se conoce mucho, excepto que frente a él se hundió, en un año no determinado del siglo pasado, un barco de ese nombre que viajaba de Liverpool (Inglaterra) hacia América Central.

Quienes quieran relajarse deben visitar el hotel boutique Mancheb, que cuenta con uno de los mejores spas de Aruba. Si el plan es la relajación y renovación en pareja, en este templo de bienestar le esperan originales y vigorizantes tratamientos de aloe (producto insignia de la isla), lodo, masajes relajantes con piedras calientes, baños de aromaterapia, tratamientos y mascarillas faciales.

Contemplar los atardeceres es todo un espectáculo en Aruba.

Todo esto se puede disfrutar en lujosas terrazas al aire libre con vista a la playa y al infinito y azul océano.

Fotos y Texto: El Tiempo

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