Sucede 200 noches al año. Como producto de la radiación solar, el cielo nocturno de las regiones polares se ilumina con manchas y columnas de varias tonalidades. En términos científicos: durante las grandes explosiones solares, enormes cantidades de partículas son arrojadas al espacio; cuando estas partículas se encuentran con el escudo magnético de la tierra son atraídas hacia un círculo alrededor del Polo Norte, donde interactúan con las capas superiores de la atmósfera. La energía que se desprende de allí es lo que permite que se observen las auroras boreales.
Dicen los amantes de este espectáculo de la naturaleza que algunas formas de apreciarlo es mediante caminatas en la nieve, esquiando o dando un paseo en moto o trineo de huskys o renos. Sin embargo, como el confort es lo primero en la lista de muchos viajeros que prefieren ver este fenómeno bajo unas mantas gruesas y al calor de una chimenea y un buen vino, hoteles en Suecia, Noruega, Finlandia e Islandia han diseñado cómodos y lujosos espacios para los huéspedes más exigentes que quieran descansar con el cielo coloreado como telón de fondo.
Esta es una selección variada de hospedajes increíbles que van desde iglús de cristal hasta suites de lujo.
Levin Iglut (Finlandia)
La Laponia Finlandesa es una realidad para el que sueña con un invierno de cuento de hadas. Uno de los lugares recomendados para hacer esta visita aún más inolvidable es el Levin Iglut. Se trata de 24 opciones de iglús de cristal con los que cuentan los huéspedes, ubicados en un paraje, prácticamente, virgen, a 100 kilómetros de Levi, donde se encuentra la estación de esquí más grande de Finlandia. Cada iglú está dotado con cuarto de duchas, una pequeña cocina, calefacción, wi-fi y camas motorizadas que le permiten al huésped ajustarla en la posición deseada para ver la aurora boreal o para dormir.
El área de los iglús es de 23 metros cuadrados y existen dos tipos: para dos y para cuatro personas. Los primeros, que son solo cinco, hacen parte de la categoría Premium y se diferencian de los demás porque cuentan con una ubicación privilegiada que permite ver el valle sin obstáculos. El valor por noche de estos es de 2’322.000 pesos, y el de la categoría superior es de 1’860.000 pesos.
Hotel Rangá (Islandia)
Compuesto por una gran cabaña de madera, Rangá dispone de 51 habitaciones, restaurante, bar, salones, salas de reuniones, servicio de masajes y jacuzzi. Está lo suficientemente alejado de la ciudad para ofrecer excelentes vistas de la aurora boreal entre los meses de septiembre y abril.
Rangá está pensado para los buscadores de auroras, pues despierta a los huéspedes cuando salen las luces y ofrece ropa especial para que conserven el calor afuera, además de mantas y bancos que les dan la bienvenida para que disfruten cómodamente del espectáculo. Y para aquellos que no quieren salir, la opción es ver las luces del norte desde el observatorio del hotel, que tiene un astrónomo residente y múltiples telescopios.
Iso-Syöte (Finlandia)
No hay mejor descripción: la suite de este hotel le permite ver la aurora boreal a los ojos. Gracias a sus paredes y techo en cristal, el huésped puede disfrutar de este fenómeno natural desde la comodidad de la cama, el sofá o el jacuzzi privado. Está ubicada en la parte superior del hotel y tiene dos plantas. En el primer piso se encuentra la chimenea, una sala de estar y un lujoso baño con sauna. En el segundo está la cama y un relajante jacuzzi. Ambos ambientes están unidos con un gran árbol que le recuerda lo cerca que está del contacto con la naturaleza.
Como si fuera poco, el hotel les permite a los huéspedes disfrutar de emocionantes safaris, gozar de bosques circundantes, lagos y áreas naturales, gracias a su ubicación única, en la cima de la colina y si quieren pueden pasar unas horas en un iglú de nieve real construido en la cima de la colina.
Northern Lights Resort & Spa (Canadá)
Esta es una opción de hospedaje recomendada para quienes prefieren disfrutar de la aurora boreal con un poco de adrenalina y diversión, pues el hotel, ubicado en el territorio del Yukón, les permite a sus huéspedes perseguirlas en trineos tirados por perros, entre los meses de noviembre a abril. Ya sea que la aurora salga o se esconda será una experiencia inolvidable. Otras actividades incluyen paseos en motos de nieve, caminatas con raquetas de nieve y pesca en hielo.
Los turistas pueden elegir entre cabañas de troncos construidas a mano con madera local, dotadas con chimeneas de gas y ropa de cama europea. Durante el invierno, la estadía incluye desayuno, almuerzo y cena.
El Espectador
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