Su diámetro interior es de 2,13 metros, lo que deja unas paredes de 20 centímetros de espesor.
Uno de los primeros antecedentes de los denominados
hoteles-tubo surgió en Europa, concretamente en Austria, donde el arquitecto
Andreas Strauss diseñó el Das Park Hotel utilizando grandes tubos de desagüe,
cuyo gris interior fue “humanizado” por el artista austríaco Thomas Latzel
Ochoa, quien pintó ilustraciones en sus paredes.
Actualmente funcionan dos Das Park Hotel en primavera y
verano: uno con cinco habitaciones-tubo, en el parque Bernepark de Bottrop-Ebel
cerca de Essen, en Alemania; y el otro, de tres habitaciones-tubo, en el parque
Rodlpark en Ottensheim, en Austria, cerca del río Danubio, donde los viajeros
pueden pernoctar o disfrutar de breves estancias en un entorno natural de aire
puro y vegetación relajante.
El tubohotel del parque Bernepark está formado por cinco
tubos, cada uno de 3 metros de largo, 2,40 metros de diámetro y 11,5 toneladas
de peso que, según Strauss, se convierte “en un lugar para refugiarse de la
vertiginosa vida cotidiana”
Esta innovador concepto ha saltado del frío centro europeo a
la cálida costa caribeña de México, donde funciona un hotel denominado
TuboTulum Hostel, situado en Tulum, en la Riviera Maya y que alberga
habitaciones dentro de enormes tubos de hormigón, incorporando en sus servicios
una zona común con cocina para que sus clientes puedan relacionarse.
IDEAL PARA BUSCADORES DE EXPERIENCIAS
Situado en la localidad Tulum, a 120 kilómetros de Cancún y a
60 kilómetros de Playa del Carmen, el TuboTulum Hostel está enclavado en una
zona en la que destacan como atractivos las ruinas de una ciudad amurallada de
los mayas, una maravillosa playa y los cenotes, lagos subterráneos alojados en
cavernas, característicos de la península de Yucatán.
“Cada vez más gente viaja para vivir experiencias sencillas,
ecológicas y originales, y el tubo-hotel no les deja indiferente, ya que es uno
de esos establecimientos que se recuerdan y a los que se les hace fotos para
enseñar a sus amigos”, asegura Antonio Villena Díaz, uno de los fundadores de
TuboTulum.
Este peculiar hostal, “único en el mundo en una zona
turística costera”, según su fundador, está situado al pie de la carretera que
va desde el pueblo de Tulum a sus playas, cerca de servicios como restaurantes
y supermercados, y a dos mil metros de la playa.
Según Villena, el nuevo hotel está construido respetando la
naturaleza, ya que los tubos de hormigón se asientan solo en la superficie,
conservando la mayoría de árboles existentes en la zona edificada, y se enmarca
en el llamado turismo ‘ecochic’, que se caracteriza por hoteles más pequeños,
ecológicos e integrados en el entorno, como cabañas en la playa, y que ahora se
está desarrollando en Tulum.
CONSTRUCCIÓN TÍPICA DE LA ZONA
Las edificaciones del hotel incluyen palapa, una construcción
típica de la zona con techo de zacate, una especie de paja, y un total de 12 tubo-habitaciones,
que son de hormigón standard para el drenaje, de 2,5 metros de diámetro y 2,5
metros de largo.
Los baños son comunes y en la palapa está la zona común, una
cocina y unos tubos mesa.
Su diámetro interior es de 2,13 metros, lo que deja unas
paredes de 20 centímetros de espesor. Cada tubo pesa unos 9.000 kilos y aísla
muy bien al ser muy grueso.
EFE
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