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jueves, 6 de noviembre de 2014

11 miradores para contemplar la belleza natural de Colombia

Destinos con vistas imponentes donde el paisaje es la mayor recompensa para el turista. 

Los paisajes se aprecian mejor desde las alturas: los mares, ríos, montañas, selvas y bosques se dejan ver en todo su esplendor. Colombia ostenta destinos naturales privilegiados que, a su vez, sirven de miradores donde se puede contemplar su patrimonio paisajístico y su biodiversidad.

Presentamos un listado de lugares donde las panorámicas quitan el aliento. 

Cañón del río Chicamocha

Los movimientos tectónicos, las fallas geológicas y la erosión causada por el agua han moldeado el cañón del Chicamocha, uno de los más grandes del mundo con más de 108.000 hectáreas. Este impresionante paisaje es fácil de apreciar desde la vía entre Bucaramanga y San Gil, en el departamento de Santander. También se puede observar desde el teleférico del Parque Nacional Panachi o en cualquier mirador en la carretera. Los amantes de los deportes extremos pueden sobrevolarlo en parapente.

El Cañón fue nominado, en el 2009, a ser una de las siete nuevas maravillas naturales de Colombia.

Once balcones naturales para contemplar los paisajes colombianos

Cerros de Mavecure

Ubicados en el departamento de Guainía, los cerros de Mavecure son formaciones pertenecientes al Escudo Guayanés. A estos solo se puede acceder por río.

La comunidad indígena puinave es la encargada de resguardar esta privilegiada zona natural del país, que se caracteriza por un paisaje en el que el río Inírida bordea los imponentes cerros Mono, Pajarito y Mavecure, que se alzan en medio de vegetación selvática.

En esta parte de la Amazonía salen al encuentro del visitante durante los recorridos fluviales, los delfines rosados o toninas. También se pueden realizar caminatas a los cerros.

El Peñol de Guatapé

Once balcones naturales para contemplar los paisajes colombianos

A dos horas de Medellín está Guatapé; allí brota una imponente piedra de 220 metros de altura. Es un monolito que ha sido adaptado para que los turistas puedan llegar hasta su cima, después de ascender 649 escalones. El recorrido es exigente, pero vale la pena. Desde allí se aprecia el embalse de Guatapé, una región de lagos color esmeralda rodeada de islas con pinos frondosos, cabañas y pequeños hoteles. En la punta del peñol hay un mirador donde se pueden comprar bebidas y artesanías. El municipio, que llama la atención por los zócalos de sus casas, se ha convertido en uno de los principales destinos turísticos de Antioquia.

Once balcones naturales para contemplar los paisajes colombianos

Río La Miel

La cuenca del río La Miel se localiza en el departamento de Caldas y es su principal fuente hídrica. Sus cristalinas aguas son ideales para navegar y encontrarse con cascadas, chorros y rápidos.
Es un destino ideal para la observación de aves, osos perezosos, monos aulladores y nutrias. Recientemente la zona se ha desarrollado para el ecoturismo por su fácil acceso desde La Dorada (Caldas), a solo 30 minutos.

Sierra Nevada del Cocuy

Once balcones naturales para contemplar los paisajes colombianos

El Parque Nacional del Cocuy se encuentra en la zona limítrofe de cinco departamentos: Boyacá, Santander, Norte de Santander, Casanare y Arauca. En esta área protegida se encuentra la masa glaciar más grande de Colombia y algunas de sus cumbres más altas. Destino obligado de quienes practican montañismo, gracias a que sus picos nevados presentan alturas hasta los 5.300 metros sobre el nivel del mar. El llamado Púlpito del diablo es uno de los lugares más emblemáticos de este destino natural; quien escala sus 70 metros, bajo buenas condiciones de visibilidad, tendrá acceso a una de las mejores vistas del país.

Once balcones naturales para contemplar los paisajes colombianos

La Sierra Nevada de Santa Marta

Once balcones naturales para contemplar los paisajes colombianos

Es el macizo montañoso más elevado del mundo cerca del mar. Y se podría considerar el mirador más alto de Colombia, pues sus picos nevados alcanzan una altura de 5.775 msnm.
Recorrerla es empaparse de naturaleza y cultura, pues es el hogar de comunidades indígenas que conservan de manera intacta sus tradiciones ancestrales. Se puede llegar desde Palomino (La Guajira) o desde Santa Marta (Magdalena).

Salto de Tequendama

Once balcones naturales para contemplar los paisajes colombianos

Esta cascada natural, que en la antigüedad fue un santuario sagrado para los muiscas, representa uno de los paisajes más imponentes del país. Este salto del río Bogotá, donde lamentablemente también se aprecia el impacto de la contaminación, fue lugar de paseo obligado por la sociedad capitalina durante el siglo pasado.

Tuvo un hotel, actualmente convertido en museo, que sirve de escenario para contemplar una cascada de más de 150 metros. Queda a una media hora de Bogotá, en Soacha (Cundinamarca).

Serranía de Chiribiquete

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Con sus 1’280.000 hectáreas, es el área protegida más grande de Colombia y la segunda de Suramérica. La serranía de Chiribiquete se encuentra entre los departamentos de Guaviare y Caquetá y allí termina el escudo Guayanés, considerado el otro pulmón del planeta.

Por ser un área retirada y de difícil acceso de la Amazonía, su inmensidad solo se deja contemplar desde el aire. Este paisaje selvático y prístino, caracterizado por sus tepuyes, cascadas y cimas rocosas, ha sido visto por pocos exploradores; sin embargo la escasa intervención humana ha obrado a favor de la zona, que permanece casi intacta.

Once balcones naturales para contemplar los paisajes colombianos

Parque El Tuparro

Once balcones naturales para contemplar los paisajes colombianos

Este parque natural nacional está en el departamento del Vichada. El explorador Alexander Von Humboldt, al llegar a uno de sus lugares más característicos –el Raudal de Maypures del río Orinoco– lo calificó como la octava maravilla del mundo.

Es considerado patrimonio cultural y es hogar de varias comunidades indígenas; en su territorio se han encontrado pictogramas en las rocas, entre otros yacimientos arqueológicos.

Al visitarlo se puede observar gran variedad de fauna: Jaguares, monos araña, caimán llanero, entre otros. También se puede realizar avistamiento de aves.

Once balcones naturales para contemplar los paisajes colombianos

En lo alto de Providencia

Once balcones naturales para contemplar los paisajes colombianos

Desde el mirador de Cayo Cangrejo, el punto más alto de la isla de Providencia, cualquier persona puede sentir la imponencia del mar de los siete colores y un deseo incontrolable de internarse en sus aguas. Allí se accede después de una corta y no muy exigente caminata.

Este paradisiaco destino del caribe colombiano es ideal para practicar buceo, pues es dueño de una de las barreras de coral más grandes del continente americano. Es también un área protegida perteneciente al parque nacional natural Old Providence McBean Lagoon, declarada Reserva de la Biosfera Seaflower por la Unesco.

La Tatacoa, en el Huila

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Esta zona, caracterizada por un paisaje seco y erosionado, no es propiamente un desierto; es, más exactamente, un bosque seco tropical. La Tatacoa se encuentra en el departamento del Huila y constituye el segundo sitio más árido del país, después de La Guajira.

Desde la parte más alta de su observatorio astronómico se puede admirar, durante el día, el paisaje con sus característicos colores ocre y gris; y en las noches despejadas es posible contemplar la impresionante bóveda celeste e incluso fenómenos astronómicos como lluvias de meteoros o el paso de cometas en ciertas épocas del año.

Es el lugar ideal para los aficionados a la astronomía y para los amantes del ‘camping’.

Once balcones naturales para contemplar los paisajes colombianos

El Tiempo

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