Ciudades, cárceles o antiguas estaciones que reciben a los turistas
1 City Hall, la estación fantasma de Nueva York
La ciudad de los rascacielos también guarda sus secretos, en este caso bajo tierra. La estación de City Hall Loop, fue la terminal septentrional de la primera línea del Metro de Nueva York. Inaugurada el 27 de octubre de 1904 dejó de funcionar en 1945 convirtiéndose en una estación fantasma.
Diseñada por Heins & LaFarge, fue construida con un
elegante estilo arquitectónico con azulejos, iluminación natural,
cristales coloridos y candelabros.
Hoy en día, esta estación «fantasma» recibe visitas guiadas dentro de la oferta turística del Museo de Tránsito de Nueva York para lo que se requiere registrarse como miembro del museo.
2 Parque Estatal de Bannack, Montana (EE.UU.)
Bannack fue
fundado durante la expansión hacia el Lejano Oeste de EE.UU. y la fiebre
del oro de mediados del siglo XIX. Llegó a tener hasta 10.000
habitantes que finalmente abandonaron el asentamiento en la década de
los 70 del siglo XX.
Se pueden visitar casi todos los edificios, especialmente maravillosos el banco y hotel con su majestuosa escalinata y la horca donde muchos malhechores encontraron su final.
3 Base submarina secreta de Balaklava (Ucrania)
La base subterránea secreta de submarinos de Balaklava,
en la actual Ucrania se construyó para reparar los submarinos de la
Flota del Mar negro de la Armada Soviética durante el período de la
Guerra Fría.
En caso de peligro nuclear dicen que la base -con muros de
56 metros y capaz de aguantar la explosión de una bomba de 100
kilotones- podían albergar hasta 3.000 personas que podrían sobrevivir
en su interior durante un mes.
La base se mantuvo operativa tras la caída de la Unión
Soviética en 1991 hasta 1993, años en los que se procedió a la
eliminación de las cabezas nucleares y torpedos de bajo rendimiento. En
1996, el último submarino ruso salió de la base.
Actualmente, los subterráneos de la fábrica han sido reacondicionados como un amplio espacio museístico que alberga exposiciones temáticas unidas en el Museo marítimo «Balaclava».
Las exhibiciones cuentan la historia de la propia ciudad y la Armada
Soviética, los submarinos de la Flota del Mar negro, y aspectos de la
Guerra Fría.
4 Antigua fábrica de Ostrava (República Checa)
En la República Checa se levanta la ciudad de Ostrava. Lo
que en otros tiempos fue el motor industrial del país ha visto cerrar
las puertas de sus fábricas en los últimos años. Ejemplos de lugares
abandonados de la ciudad son las Minas du Michal o Vitkovice, una de las
fábricas siderúrgicas más grandes del mundo e incluidas dentro de la Ruta del Patrimonio Industrial en Europa.
Estas zonas son sin duda un lugar mágico para los
aficionados a este tipo de turismo que disfrutarán fotografiando
enclaves que parecen sacados de una película.
5 Instalaciones olímpicas de Sarajevo 84
La ciudad bosnia de Sarajevo celebró por todo lo alto los Juegos Olímpicos de Invierno en 1984.
Por aquel entonces Yugoslavia era un país unido pero durante el verano
de 1991 estalló la guerra en los balcanes y la antigua sede olímpica
sufrió durante cuatro años bombardeos y asaltos.
Hoy en día sus antes flamantes instalaciones, donde
deportistas de todo el mundo disfrutaron de unas magníficas pistas y
trampolines, pasan los días abandonados a su suerte por el alto coste
que supone su mantenimiento. Aunque ya no son frecuentadas por
esquiadores esto no impide que cada día sean más los turistas que
solicitan hacer un recorrido
y fotografiarse en lo que hoy queda de Sarajevo 84. Un solitario
pebetero, la antigua sede de saltos, un hotel y una cafetería son
algunas de las zonas visitadas por los turistas atraídos por estos
«lugares abandonados».
6 Campo de concentración de Dachau
El Campo de concentración de Dachau
fue un campo de concentración nazi cercano al pueblo de Dachau, a 13 km
al noroeste de Múnich que fue construido sobre una fábrica de pólvora
en desuso y sus instalaciones principales fueron terminadas el 21 de
marzo de 1933 justo el día antes de recibir a los primeros prisioneros.
Fue escenario de castigos tremendamente crueles y fue
modelo del sistema de campos ordenado y eficaz. En Dachau se realizaron
también cientos de experimentos médicos ilegales e inhumanos.
Actualmente las instalaciones del Campo de concentración de Dachau cumplen la función de Museo Conmemorativo.
Este museo fue instalado en el año 1965 a iniciativa y con el
planteamiento de reclusos sobrevivientes, que se unieron en el Comité
Internacional de Dachau y con la ayuda del Estado Bávaro.
El museo cuenta con 22 zonas, 21 de ellas están abiertas al público en general
y solo la zona del antiguo campo de las SS es inaccesible. A lo largo
del recorrido por el campo de concentración se intenta recrear la vida
de los reclusos durante su estancia en el campo. Entre las zonas más
significativas se encuentran entre otras:
El complejo de intendencia, el cual comprendía la cocina,
el guardarropas, los talleres y el baño. En el edificio estaba escrito
con letras grandes: «Hay un camino hacia la libertad. Este pasa por la
obediencia, la honestidad, la limpieza, la sobriedad, la aplicación, el
orden, el sentido de sacrificio, la sinceridad, el amor a la patria».
El Bunker o calabozo, definido como «un lugar de terror».
Aquí se realizaban todo tipo de experimentos y torturas a los reclusos.
Entre los experimentos más notorios se cuentan las infecciones
intencionadas de malaria, pruebas de hipotermia y altura, entre otros.
El campo de tiro de las SS, en el que más de 4.000 prisioneros de guerra
soviéticos fueron ejecutados.
Las fosas comunes de Leitenberg: En las últimas semanas
antes de la liberación del campo, los muertos no pudieron ser
incinerados por falta de carbón y más de 7500 cadáveres fueron
enterrados en este lugar y los últimos 1230 muertos fueron sepultados en
el cementerio Waldfriedhof de la ciudad de Dachau. El bloque de los
curas, en el que se encontraban todos aquellos reclusos pertenecientes
al clero.
Dachau tiene un lugar significativo en la memoria pública
porque fue el segundo campo en ser liberado por fuerzas británicas o
estadounidenses, y fue uno de los primeros lugares exhibidos en
Occidente como prueba de la brutalidad nazi.
7 Tyneham, en Inglaterra
La historia de la localidad inglesa de Tyneham se remonta a antes de la Segunda Guerra Mundial, cuando era un humilde pueblo dedicado a la agricultura y a la pesca.
En 1943 los habitantes se
vieron forzados a abandonar sus hogares por orden del Gabinete de
Guerra de Winston Churchill para utilizar las tierras como campo de
entrenamiento. Los habitantes de Tyneham nunca más volvieron a sus
casas.
Hoy en día forma parte del Ministerio de Defensa y sus edificios, algunos de ellos restaurados, están abiertos al público para
ser visitados con información en cada uno de ellos sobre los residentes
que vivían antes de la evacuación en diciembre de 1943.
La zona está perfectamente acondicionada con aparcamiento y
a cinco minutos a pie, un poco más allá del aparcamiento, está Tyneham
Granja con un área de picnic y aseos.
8 Prisión estatal de Filadelfia
Celda de Al Capone |
La antigua prisión estadounidense de Filadelfia,
en Pensilvania, estuvo en funcionamiento desde 1829 hasta 1971 y fue
una de las más importantes del país con presos ilustre como el ladrón de
bancos Willie Sutton o el mismísimo Al Capone.
El edificio fue la inflaestructura pública más grande y más
cara jamás construida y rápidamente se convirtió en un modelo para más
de 300 cárceles de todo el mundo.
La prisión es actualmente Monumento Histórico Nacional y está abierto al público todo el año. Las visitas son o bien guiadas o bien autoguiadas con auriculares.
Los visitantes pueden entrar en varias celdas como la que
ocupó Al Capone, visitar una celda tipo o recorrer los pasillos por los
que circulaban los presos
9 Pueblo de Belchite, en Zaragoza
En España también tenemos nuestros propios museos al aire
libre en pueblos devastados por guerras o epidemias. Uno de ellos y
quizá el más emblemático es Belchite, una localidad cercana a Zaragoza que fue una joya arquitectónica con
capillas, palacios renacentistas, iglesias y dos monasterios hasta que
fue bombardeada durante la Guerra Civil dejando un balance de más de
6.000 muertos en quince días. Tras finalizar la guerra se decidió crear
un pueblo nuevo al lado -conocido como Belchite nuevo-, dejando intactas
las ruinas del anterior como recuerdo de la contienda. El conjunto, hoy
«abandonado» se conoce como Pueblo Viejo de Belchite y desde el año
2013 se realizan visitas guiadas -única forma de conocer este enclave-.
A través del recorrido por el recinto histórico de Belchite
-de aproximadamente hora y cuarto de duración- se puede imaginar el
horror vivido y para muchos investigadores de lo paranormal Belchite es
el lugar por excelencia de las psicofonías.
Aseguran que existen grabaciones que atestiguan los gritos, caídas de
bombas o resonar de campanas de los quince días que convirtieron
Belchite en un pueblo fantasma.
Las visitas son guiadas
y explicadas por guías de Belchite Turismo, descendientes de los
propios vecinos que habitaron la población. Los datos aportados en los
relatos han sido recopilados y contrastados con toda la bibliografía y
documentación existente, incluidos los partes oficiales de ambos
ejércitos, tradición oral y documentación inédita recuperada en el año
2012.
10 Ciudad Esmeralda en Carolina del Norte
Desde hace décadas niños y mayores viajan en sus sueños a Ciudad Esmeralda, el centro del País de Oz,
un mundo mágico donde un camino de baldosas amarillas conduce a
Dorothy, el Espantapájaros , el Hombre de Hojalata y un león, a
descubrir el valor de la amistad, el amor, la confianza y la superación.
Esta historia, del escritor L. Frank Baum y llevada al cine en 1939, fue la inspiración para la construcción en 1970 de un parque temático en Carolina del Norte,
el Emerald City. El recinto, construido en Beech Mountain, un
pueblecito asentado entre montañas, estaba dedicado íntegramente al Mago
de Oz y fue, en sus días de gloria, uno de los parques de atracciones
más creativos de EE.UU. Aunque sus instalaciones no eran las más
innovadoras si que podían presumir de modernas infraestructuras para la
época además de recrear con sus casitas y escenarios un universo único
de fantasía.
Emerald City fue testigo de un brutal incendio
que convirtió en cenizas las casitas de Oz, el camino de baldosas
amarillas y la mayoría de las instalaciones del parque lo que obligó a
colgar el cartel de cerrado de forma indefinida. Sus empleados, muchos
de ellos trabajadores durante la temporada de esquí en las pistas de la
estación de Beech Mountain, veían como la ilusión se transformaba en
tristeza.
Motivados por las enseñanzas del Mago de Oz los antiguos
empleados decidieron recuperar la magia y reabrir Emerald City durante
un fin de semana cada otoño. Este año, el acontecimiento, que se conoce
como «Autumn at Oz» se celebrará el 3 y 4 de octubre y será, como todos los años, una alegoría a los valores del mundo de Oz.
Los participantes podrá revivir la historia con Dorothy y
sus amigos, disfrutar de espectáculos con la ciudad de Oz como
protagonista o visitar un museo donde se exponen trajes y decorados
originales de la película. Estas y otras muchas sorpresas son las que
les esperan a los afortunados que puedan viajar hasta este pueblecito de
Carolina del Norte y adentrarse en un mundo de fantasía. Siempre queda
cerrar los ojos y viajar en nuestros sueños.
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