En el municipio de La Macarena, departamento del Meta, se encuentra Caño Cristales, uno de los destinos ecoturísticos más lindos y promocionados de Colombia, también conocido como el río de los dioses o el río de los cinco colores.
Se trata de un riachuelo en medio de la Serranía de La Macarena, hasta donde se puede llegar desde Bogotá por vía aérea a través de Satena en vuelo de aproximadamente una hora, o por tierra luego de pasar por Neiva, Florencia y San Vicente del Caguán, en un trayecto de aproximadamente 14 horas, pero que cuenta con algunas limitaciones en materia de seguridad.
Rumbo hacia La
Macarena vía Satena
Casi una hora más tarde, cerca de 30 pasajeros, más extranjeros que colombianos, aterrizamos en el aeropuerto Javier Noreña Valencia que sirve a esta localidad y que es fuertemente custodiado por tropas del Ejército Nacional. Allí pagamos la contribución por turismo que fue de $21.500, algo así como 8 dólares, e hicimos el registro de ingreso ante miembros de la Policía.
Cuando estábamos reclamando nuestro equipaje nos encontramos con el personal de Colombia Llano Tour, una nueva empresa operadora que nace en la región y que fue la encargada de facilitar nuestra visita a este destino.
Debido al retraso en nuestro vuelo, no pudimos asistir a la charla que obligatoriamente deben recibir todos los turistas por parte de Cormacarena. Sin ella tampoco pudimos visitar Cristalitos, así que ese día lo aprovechamos para recorrer un sendero ecológico y ver el atardecer en El Alcarabán, una Finca Agroturística ubicada a unos 20 minutos de la cabecera municipal.
Recorriendo Caño
Cristales
Con el permiso de ingreso por parte de Parques Nacionales y Cormacarena, nos dirigimos a Puerto Inderena en donde abordamos canoa a motor que luego de navegar unos 10 minutos por el Río Guayabero, nos llevaría hasta Puerto Los Mangos. Allí nos esperaba una camioneta en la que viajamos por 20 minutos hasta Caño Cafuche, donde iniciaría nuestra travesía por este río de cinco colores, a través del primero de los senderos que nos habían autorizado.
Los colores del caño se deben a las algas Macarenias Clavijeras que dependiendo de la cantidad de luz que reciban, se tornan rojizas o amarillentas. El milium phylum o milhojas aporta el color verde, mientras que el negro es dado por las formaciones rocosas y el blanco por las corrientes de agua. Hay quienes aseguran que el azul también es otro de sus colores, ya que lo refleja en días soleados.
Sendero Los Pianos
en Caño Cristales
Por este camino tuvimos la oportunidad de ver los hermosos parajes conocidos como Caño Escondido, La Virgen, Los Pianos, Cuarzos, El Paso del Mojado, El Tapete, La Piedra del Sapo y Puente de Piedra. En Cuarzos aprovechamos para almorzar y refrescarnos un rato.
Pero no en todos pueden nadar los turistas. Incluso se habla de que a partir del 2016 nadie podrá bañarse en este lugar, como consecuencia de una medida que busca proteger y conservar la biodiversidad de este patrimonio biológico de la humanidad. Actualmente quienes deseen sumergirse en las cristalinas aguas del caño, no pueden aplicarse protectores solares ni usar repelentes.
Sobre las 2 de la tarde regresamos al campamento base y a eso de las 3 ya estábamos de regreso en La Macarena.
Sendero El Salto
del Águila en Caño Cristales
En nuestro camino pasamos por Caño Tao y La Piscina Carol Cristal, lugares en los que nacieron personas de la zona y a quienes deben sus nombres. Luego nos dirigimos al Coliseo y Los Ochos, dos de los más reconocidos parajes de Caño Cristales, ya que son los que aparecen en casi todas las fotografías que lo promocionan y en un alto número de suvenires.
Tras dejar atrás estos hermosos sitios, llegamos a La Piscina del Turista, sitio en el que confluyen casi todos los viajeros al finalizar los recorridos para refrescarse. Es allí, por lo general, hasta donde llegan las personas que no pueden o no desean caminar mucho.
Sin tardarnos demasiado partimos rumbo al Salto del Águila, pasando previamente por El Tapete, El Paso de la Danta, Cascada Blanca, Pozo Cuadrado, Las Tablas de la Ley y Escaleras. A la hora de regresar visitamos Cascada Negra, Piedra Negra y Caño Escondido, para llegar finalmente a Caño Cafuche.
Esta vez el recorrido lo iniciamos a las 9 de la mañana y lo finalizamos a las 3 de la tarde. El Salto del Águila nos sirvió para protegernos un poco del sol y de paso para almorzar.
Diciendo adiós
a Caño Cristales
Sin lugar a dudas este sitio vale la pena conocerlo. Es un escenario indescriptible, que por problemas de orden público permaneció en el anonimato hasta hace muy pocos años y al que los colombianos tenemos la posibilidad de viajar fácilmente gracias a Satena. Vale aclarar que es un destino que debemos cuidar entre todos y por eso resaltamos la labor de los guías y de las entidades como Parques Nacionales y Cormacarena que nos enseñan a disfrutarlo de manera responsable y respetuosa con la naturaleza.
Además de un colorido paisaje, en Caño Cristales es posible observar un número importante de aves, anfibios y mamíferos, algo que solo el realismo mágico de un lugar colombiano hecho por y para los dioses, puede ofrecer.
Para viajar a Caño
Cristales tenga en cuenta
- Use zapatos cómodos y resistentes al agua.
- Use pantalones y camisas o camisetas manga larga.
- Lleve bebidas hidratantes y no arroje los desechos.
- No consuma agua que no sea de botella. Evítese dolores
de estómago.
- Si no es buen caminante, realice recorridos cortos.
- Lleve chaqueta o impermeable por si llueve.
- Colombia Llano Tour es una buena opción para viajar a
Caño Cristales.
- Utilice una agencia de viajes. Solo así podrá
garantizar el acceso a los senderos y su hospedaje, debido al alto número
de visitantes.
- La temporada de visitas va de junio a diciembre de cada
año.
- Satena
es la única aerolínea comercial que lo lleva a La Macarena.
Fotos y Texto: Viajaporcolombia
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