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lunes, 6 de mayo de 2019

La Antártida, un destino más cercano

Anteriormente se creía que era un lugar casi que exclusivo para científicos, biólogos e investigadores; pero desde hace unos años, manteniendo ciertos controles, turistas de todo el mundo pueden recorrer por mar y tierra la zona más austral del planeta.



El turismo en la Antártida viene desarrollándose desde 1950, cuando exploradores de diferentes partes del mundo aprovecharon las condiciones de altura, sequedad y frío de la zona más austral de la Tierra para instalar allí sus bases científicas y desarrollar investigaciones físicas y astronómicas.
Desde entonces, este se ha mantenido como un continente no habitado, porque la lejanía, el frío extremo, los bloques de hielo y la exótica forma de vida casi que lo aíslan de la humanidad. Sin embargo, cuentan quienes lo han visitado, que al menos una vez en la vida los turistas mortales deberían hacer el esfuerzo (físico y monetario) por conocerlo.
“No hay otro lugar en la Tierra que se parezca a la Antártida. Este es un destino de colores claros, con un paisaje que impresiona, impacta y causa magia. Se pueden apreciar desde majestuosas montañas sobresaliendo del mar y gigantescos témpanos flotando en el océano hasta estrechos fiordos que llevan a glaciares de un azul profundo”, cuenta Ximena Urjel, Acting Market Manager para Latinoamérica y el Caribe de Antarctica21.
Un tour operador especializado en turismo en la Antártica que ofrece planes de aventura a escala internacional y se diferencia de los demás porque combina vuelos desde Punta Arenas, en la parte más austral de Chile, hasta la Antártica con cruceros de barcos pequeños con capacidad máxima de 71 pasajeros. “Nuestro servicio es personalizado, en los desembarcos que hacemos bajan todas las personas al tiempo, algo que no pueden hacer los cruceros grandes que viajan con 500 pasajeros, porque la ley de turismo en la Antártica no permite que haya más de cien personas en el mismo territorio”, detalla Urjel.
Aunque en este caso para los viajeros lo más importante no es el recorrido sino el destino, es importante destacar que la mayoría de los cruceros salen desde Ushuaia (Argentina) y atraviesan por el pasaje Drake con una navegación de dos días. Mientras que Antarctica21 tiene vuelos chárter que vuelan hasta la isla Rey Jorge en un trayecto de dos horas.
Es preciso tener en cuenta que una vez se pisa este territorio se debe respetar el Tratado Antártico, que ha ayudado a que el ecosistema se conserve sano. “Nosotros les entregamos unas botas que se limpian con un líquido especial, la ropa se aspira para que no caiga ni una pelusa; en la charla de introducción les advertimos que está prohibido alimentar o tocar a los animales, que con ellos se debe manejar una distancia de al menos un metro, que se debe evitar acercar mucho las cámaras fotográficas, porque se pueden asustar. Finalmente somos nosotros quienes estamos invadiendo su espacio. Así que, por ejemplo, si vamos caminando y pasa un pingüino debemos dejar que él pase primero”.
¿Qué hacer en la Antártida?
Además de sentirse minúsculo ante la inmensidad del paisaje y de despertar los sentidos para no dejar pasar ni un detalle de un viaje inolvidable, los turistas pueden apreciar una fauna única como ballenas, pingüinos, lobos marinos, focas y compartir con estos animales en su hábitat natural. Adicional a esto, los programas incluyen trekking, caminatas, observaciones y como opcional se puede hacer kayak. Este último es solo para diez pasajeros y la reservación se debe hacer con tiempo, pues requiere un entrenamiento especial.
¿Cuánto cuesta visitar este destino?
“El tiempo y los costos dependen del programa que elija la persona. Tenemos desde un día hasta ocho días en la Antártida. Nosotros nos encargamos del pasajero desde que llega al aeropuerto en Punta Arenas, al día siguiente volamos a la isla Rey Jorge y ahí empieza el crucero alrededor. El paquete incluye todo. El Antarctica Express, que solo es un día en la Antártica, tiene un costo de US$5.000 por persona. Y los precios después van desde los US$12.900 por persona hasta los US$23.000 dependiendo del itinerario, el barco y el día de la salida.
¿Cuándo es ideal viajar?
La temporada de Antártida va desde finales de noviembre hasta marzo, porque ahí las temperaturas pueden estar entre tres y dos grados centígrados bajo cero. Es tolerable. Mientras que en otras épocas del año alcanzan los 70 grados bajo cero. La recomendación es reservar al menos con un año de antelación por temas de disponibilidad en el barco.
Una vez decida sumergirse en esta experiencia podrá hacer el check de uno de los destinos del mundo que cada vez crece con mayor fuerza en el turismo.
El Espectador
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