Estructuras funerarias y viviendas de Europa y Oriente Próximo son algunas de las construcciones más antiguas del mundo. Pero sus milenarias edades son más que una curiosidad: revelan el momento en que el hombre dejó de ser nómada y comenzó a formar comunidades y las primeras grandes civilizaciones. Conozca estas evidencias de la historia humana a continuación.
Torre y muros de Jericó, Siria y Palestina / 7000 a. C.: Son considerados como evidencia de los primeros pasos de los procesos de urbanización. Al interior del complejo quedan rastros de viviendas y entierros. Entre los asentamientos más impresionantes está el de Tell es-Sultan que, según la arqueóloga británica Kathleen Kenyon, los relatos del Antiguo Testamento revelan que sería la primera ciudad que conquistaron los israelitas tras salir de Egipto.
Çatal Hüyük, Turquía / 7500 - 6000 a.C.: Es un poblamiento de 13 hectáreas que, se calcula, albergó entre 5.000 y 7.000 habitantes. Por los restos arqueológicos, se sabe que fue una sociedad que vivió de la agricultura y la cerámica.
Hougue Bie, Jersey, cerca a las costas de Normandía / 6000 a. C.: Es, quizá, una de las tumbas más antiguas de Europa. En su interior se han encontrado restos de hachas y otras armas. En lo alto del montículo se encuentran dos capillas medievales. Como dato curioso, se sabe que en la zona aledaña a la tumba, los alemanes construyeron un búnker para ocultarse durante la Segunda Guerra Mundial.
Cairn de Barnenez, Francia / 4850 a. C: Se presume que este monumento megalítico de roca (estructura hecha a base de enclavamiento) funcionó como un enorme mausoleo. En su interior se han hallado grabados, cerámicas y restos de armas del Neolítico, último período de la edad de piedra.
Túmulo de Bougon, Francia / 4700 a. C: También conocida como la Necrópolis de Bougon, esta estructura es un conjunto de montículos funerarios descubierto en el siglo XIX y que ha ganado relevancia entre los científicos por su antigüedad. De los cinco túmulos, el más antiguo data del 4.700 a. C., y está cubierto por una piedra que pesa cerca de 90 toneladas. En su interior se han hallado elementos de joyería y cerámica.
Túmulo de Saint - Michel, Francia / 4500 a. C: Este montículo de tierra es más que un enorme montículo de tierra y piedras: es otra de las construcciones funerarias más antiguas de Europa. Fue explorada en el siglo XIX y su interior fue cerrado hace unos años por motivos de seguridad. La capilla, que actualmente ocupa la punta del túmulo, data del siglo XX.
Monte de Accoddi, Italia / 4000 a. C. apróx.: No se tiene una fecha precisa de la construcción de este altar de piedra, pero ronda entre el 4.000 y 2.700 a. C. Se piensa que era utilizado para ceremonias y observaciones astronómicas: científicos analizan su estructura como una intención de acercar el hombre a un plano más espiritual.
Knap de Howar, Escocia / 3700 - 2800 a. C.: Es una de las primeras granjas y viviendas del continente europeo. Está compuesta de dos edificios rodeados de muros de piedra. Incluso, a su alrededor se han encontrado evidencias de cría de animales como ovejas y cerdos, y del cultivo de cebada y trigo.
Ggantija, Malta / 3600 a. C .: Está compuesto de dos templos megalíticos levantados con enormes piedras calizas. Se creó como un sitio de adoración y se ha llegado a comparar con el popular Stonehenge, ubicado en Reino Unido.
Túmulo alargado de West Kennet, Inglaterra / 3700 - 3600 a. C.: Este túmulo es parte del conjunto megalítico de Stonehenge y Avebury, los más conocidos del mundo en su tipo. En su interior se encuentran varias cámaras mortuorias que albergaron cuerpos de todas las edades.
Pentre Ifan, Gales / 3500 a. C.: Es un dolmen, es decir, un monumento construido con losas verticales rematadas con una horizontal a modo de cubierta para crear una marca funeraria. Este es uno de los mejores conservados de Gales y se dice, según leyendas locales, que a su alrededor aparecen seres mágicos como hadas.
Sechín Bajo, Perú / 5500 - 3500 a. C.: Es uno de los conjuntos arquitectónicos más antiguos de América Latina. Desde 1990, un arqueólogo alemán explora el espacio en el que encontró un impresionante círculo ritual que revela la importancia de lo espiritual para las comunidades indígenas de la época.
El Tiempo
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