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martes, 25 de junio de 2019

¿Qué tener en cuenta antes y durante un viaje con niños?

Más allá del bloqueador solar, es importante que los padres planifiquen con tiempo los días de descanso, revisen los horarios de vuelos y que el destino cumpla con las condiciones necesarias para el entretenimiento de todos.



Dicen los expertos y el rumor popular que el cerebro de los niños es similar a una esponja, pues entre los tres y cinco años está programado y preparado para aprender de básicamente todo a lo que se vea expuesto. Es en esta etapa cuando desarrollan el lenguaje y los comportamientos, y fortalecen los recuerdos que los acompañarán toda la vida.
Los niños crecen a una velocidad tan rápida que los padres están casi que obligados a aprovechar su infancia para exprimir al máximo la niñez y crear recuerdos que los pequeños atesoren incluso cuando empiecen en la búsqueda de la independencia.
Un recuerdo que sin duda ningún niño olvida es el viaje que realizó en compañía de su familia por primera vez. Llámese conocer el mar, salir de la ciudad o incluso fuera del país.
Sin embargo, al viajar con los más pequeños de la casa se deben tener en cuenta varios factores, tanto de seguridad como de entretenimiento y planeación. “Cuando están buscando los vuelos es importante que tengan en cuenta los filtros. Por ejemplo, que los horarios se adapten a los niños. Los padres muchas veces deciden viajar a las seis de la mañana para aprovechar el día, pero resulta que eso es un problema, porque todos van a llegar más cansados al destino”, explica Claudia Téllez, mánager regional de mercados hispanos para el cono sur de Kayak. 
La planificación, más allá de estar ligada con los niños, está relacionada con los costos. Cuando se planea con antelación existe la posibilidad de encontrar mejores tarifas, sobre todo si el viaje es a un destino lejano donde la oferta es más reducida. 
Otro tema a tener en cuenta, detalla Lina Marcela Morales, especialista de mercadeo e innovación para turismo de Compensar, es el de la seguridad, pues “durante el viaje, lo más importante es no perder de vista a los niños y recordar que se está lejos de casa, así que hay que ser precavidos y cuidadosos en todos los sentidos”. Por otra parte, recomienda validar muy bien a dónde ir, por ejemplo cuando son pequeños sugiere que lo mejor es escoger lugares de playa, piscinas y que cuenten con parques o reservas naturales. 
Estas son seis recomendaciones que ofrecen las expertas antes de empacar maletas y durante el viaje. Tome nota.
Recomendaciones:  Antes de escoger el destino, deben investigarlo, saber qué tipos de actividades se van a realizar y si son aptas para los niños, el tiempo de viaje y el clima.También es necesario tener un presupuesto planificado y revisar que los hoteles tengan las instalaciones y la logística adecuadas para todos. Comprar el servicio “all inclusive” puede ser la mejor opción no solo porque evita recorrer largas distancias, sino además permite ahorrar gastos adicionales. Durante el viaje, lo más importante es no perder de vista a los niños y ser precavidos. 
¿Qué características debe tener el destino?: Debe tener actividades para los niños, que no sean de climas extremos, que los desplazamientos no sean tan largos para así evitar la incomodidad en ellos, y que también sea del agrado de los padres.
Hay lugares que son para caminar, para recorrer museos, visitar galerías y tal vez estas actividades a ciertas edades no les resultan tan atractivas. Lo ideal es buscar destinos de playa o de parques de diversiones tipo Disney, ciudades “kids friendly” con sitios como acuarios, que les llamen la atención y les permitan vivir una experiencia inolvidable. 
Planeación del viaje: Para viajar al exterior, lo ideal es planearlo con tres meses de anticipación, y para nacionales por lo menos un mes. Lo que siempre se busca con la planeación es que las familias puedan escoger, comparar y lograr obtener muy buenos precios. Al estar monitoreando con el tiempo suficiente, los viajeros podrán conocer los precios, saber cómo se va comportando el mercado y así podrá elegir la fecha y el precio que más le convenga; sin embargo, cabe resaltar que hay promociones que son de un día para otro y esas son las mejores, así que si ya tenemos elegido el destino, lo mejor es ser flexibles en las fechas y aprovechar cuando veamos esas oportunidades únicas.
Destinos recomendados: Esto depende de los integrantes de la familia, pues se deben validar la edad y los gustos. Cada vez hay más familias que buscan vacaciones diferentes, que quieren  que desde pequeños los niños sean “guerreros” y que estén dispuestos a todo. Pero de manera genérica si viajamos con niños el top es: Eje Cafetero, Santa Marta o lugares de clima cálido, diseñados para la diversión de grandes y pequeños, como los hoteles Lagomar y Lagosol, muy cerca a Bogotá (Girardot y Nilo). En el ámbito internacional los más comunes y recomendados son: Orlando, con sus parques de diversiones; Punta Cana, gracias a esa amplia oferta de todo incluido, y Cancún, por sus playas.  
Errores más comunes: Pensar solo en ellos y no en todos los integrantes de la familia, sus gustos y aptitudes, pues no todos los destinos son para todo el mundo. Cuando organizamos los planes debemos tener en cuenta cuál es el clima, la altura y hasta la comida. La invitación, siempre es buscar destinos que les agraden a todos y preguntar, investigar, asesorarse con su agencia de viajes o asesor de turismo.  Otro error muy común es irse a zonas de playa donde la marea no es la más adecuada para niños; con ellos se debe buscar un mar tranquilo y no un espacio de surfistas. En Centroamérica no todas las playas son para familia y eso es importantísimo tenerlo en cuenta por seguridad. 
La edad ideal: Con los niños se puede viajar en cualquier momento, pero sin duda para que el paseo sea placentero, tanto para ellos como para los papás, sí recomendamos que los chiquitos tengan más de cuatro años. De esta manera no solo queda el recuerdo, sino que los papás podrán interactuar más con sus hijos y lograrán que los niños experimenten actividades que no tienen en el día a día. Desde los cinco o seis años los niños ya tienen una memoria; no se acuerdan del detalle, pero sí de los grandes momentos. Además, a esa edad no toca estar pendiente del coche, ellos ya no se quedan dormidos todo el tiempo y todos lo disfrutan mucho más.  
El Espectador

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