Su arquitectura, su comida, sus vinos y el encantador río Douro (Duero), algunos de sus atractivos.
En cinco años, el número de turistas en Oporto creció más del 60 por ciento y pasó de 1,4 millones en el 2009 a 2,2 millones en el 2014. Un ambicioso plan de rehabilitación urbana y el auge de las aerolíneas de bajo costo han permitido la entrada de la ciudad en la ruta mundial del turismo, que en el 2014 obtuvo el premio al Mejor Destino Europeo y que cada vez aparece en más publicaciones como un sitio que merece la pena descubrir.
A su belleza natural se unen su arquitectura,
su gastronomía y sus vinos, sin olvidar una buena relación entre la
calidad y el precio de sus hoteles y restaurantes. Y, cómo no, su equipo
de fútbol, FC Porto, que también ayuda a darla a conocer. Todo ello ha
permitido que se convierta en uno de los destinos de moda.
“Identidad, diversidad y autenticidad” son los
tres atractivos que destacan las autoridades locales a la hora de
hablar de este fenómeno. Por detrás hay mucho trabajo y coordinación
entre distintas entidades, conscientes del empuje que el turismo puede
suponer en muchos sectores. Tal y como explica Helena Gonçalves,
directora ejecutiva de la Asociación de Turismo de Oporto (ATP), existe
una mayor apuesta en la divulgación internacional del destino, “hay una
estrategia común e intenso trabajo”.
España sigue liderando la lista de los países
cuyos ciudadanos más visitan Oporto, seguido de Francia, Brasil,
Alemania, Reino Unido, Italia, Holanda, EE.UU, Bélgica y los de
Escandinavia. “Hay mercados, como China, India, Rusia y Polonia, que
están creciendo mucho, y debemos estar atentos”, subraya Gonçalves.
La apuesta de Ryanair en el aeropuerto local,
con la instalación de una base de operaciones, ha permitido la llegada
de muchos europeos, aunque no sea la única compañía que se ha fijado en
este destino. También lo han hecho Europe Airpost, Vueling, Transavia,
Flybe y British Airways, reforzando rutas o abriendo nuevas conexiones.
Parejas, mochileros y familias no se resisten a
los encantos de la ciudad. Con un tamaño manejable y mucha oferta de
ocio y cultura, agrada a todos los que buscan algo diferente para una
escapada. Es un destino seguro, con mucha vida nocturna y espacios
abiertos.
El renacimiento
La zona de la Baixa y el centro histórico,
Patrimonio Mundial de la Unesco, son cada vez más cosmopolitas, y las
marcas de lujo quieren instalarse en el corazón de la ciudad. Se han
abierto comercios vintage y gourmet, y hay edificios renovados,
animación en las calles, más y mejores tiendas y muchas actividades.
Todos se han puesto de acuerdo para que Oporto deje de ser gris y
conquiste a los turistas.
Oporto ha conseguido modernizarse sin perder
su autenticidad. Es una ciudad popular, con sus tradiciones, y al mismo
tiempo muy universal. São João (San Juan) sigue siendo su fiesta más
popular, pero también hay espacio –entre otros eventos– para el famoso
Primavera Sound, el emblemático festival de música que se celebra en los
meses de verano y que ya va por su cuarta edición.
En la mayor parte de los casos, han sido los
propios portugueses los que han conseguido dinamizar su ciudad. Jóvenes
emprendedores invierten en su tierra porque creen en su potencial, y
también las grandes empresas apuestan por un negocio rentable.
El cambio de imagen de Oporto no hubiera sido
posible sin la inversión que se ha producido en la recuperación de
muchos de sus edificios. El Ayuntamiento recibió en el 2014 un total de
649 procesos para obras de rehabilitación, 57,7 por ciento para
vivienda, 27 por ciento para comercio y servicios y 3,2 por ciento para
el turismo. Fue algo así como traer a la actualidad el tradicional
encanto de esta ciudad porteña del Atlántico.
A continuación, cinco planes ‘imperdibles’ en uno de los destinos europeos de moda.
1. Baixa y centro
Desde la ribeira se contempla una de las
postales más características de Oporto, con el río Duero y el puente
Luis I. En esta zona se concentran restaurantes, bares, cafés y tiendas.
Una recomendación, entre las muchas posibles, es el restaurante Chez
Lapin, con un delicioso pulpo asado. Cerca de allí se encuentra la
catedral, conocida como Sé, en la que se pueden apreciar diversos
estilos arquitectónicos. Y en la misma zona está la estación de San
Bento, con sus más de veinte mil azulejos, en los que se retratan
importantes capítulos de la historia de Portugal. La avenida de los
Aliados es uno de los lugares más céntricos de Oporto, es amplia, con
edificios emblemáticos y modernistas; y en lo más alto, el Ayuntamiento,
un edificio con fachada de granito, de comienzos del siglo XX. Muy
cerca se encuentra la calle Santa Catarina, peatonal, con tiendas y
cafés, con visita obligada al Café Majestic. Gracias a su fachada,
interior y atmósfera, se ha ganado una buena fama mundial. En este paseo
por el centro no puede faltar la visita a la librería Lello,
considerada una de las más bellas del mundo. Este edificio es de estilo
neogótico, construido en 1906, y tiene enormes estanterías de madera
llenas de libros hasta el techo; y en el centro, una original y preciosa
escalera de madera labrada.
2. Oferta cultural
Oporto tiene una importante oferta cultural,
en la que destaca la actividad de la Fundación Serralves. Su museo
presume de ser el primero de arte contemporáneo del país y alberga la
mejor colección de arte de Portugal de su época. El edificio del museo
fue diseñado por el arquitecto portugués Álvaro Siza Vieira. La Casa de
la Música es otra referencia cultural de la ciudad. Un edificio de
peculiar forma exterior, diseñado por el arquitecto holandés Rem
Koolhaas, da cabida a la institución del mismo nombre y sus tres
orquestas: Orquestra Nacional do Porto, Orquestra Barroca y Remix
Ensemble.
3. Beber y comer
El vino de Oporto es uno de los grandes
atractivos de la ciudad. En Vila Nova de Gaia están las bodegas, que se
pueden visitar para conocer cómo se produce el vino; es un buen lugar
para degustar lo mejor de la gastronomía norteña. Entre sus recetas
están la ‘francesinha’ o las ‘tripas a la moda de Oporto’. El centro de
la ciudad da cabida a algunos de sus sitios clásicos, como Cervejaria
Galiza, Cufra, Abadía, Portucale o Filha da Mãe Preta.
4. Paseos por el Douro
La oferta es cada vez mayor, y se puede optar
por diferentes paseos por las aguas del Douro (Duero). Algunos, más
sencillos; otros, más sofisticados. Desde un pequeño paseo, con o sin
comida, hasta siete días navegando por las aguas del río.
5. Foz y Matosinhos
Foz es una zona muy agradable para pasear,
donde el río Duero se encuentra con el océano Atlántico. No faltan
restaurantes ni terrazas para disfrutar una preciosa puesta de sol. En
Matosinhos tienen sede las mejores marisquerías de la zona, y atraen a
muchos turistas. También su playa, aunque tiene mucho viento
prácticamente todo el año.
El Tiempo
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